El tráfico marítimo genera cada año en aguas de la Unión Europea más de 20 millones de metros cúbicos de residuos de petróleo y otros hidrocarburos. Esta cifra equivale a unas 8.000 piscinas olímpicas.

Cada año se detectan una media de 3.000 vertidos ilegales de petróleo en mares comunitarios. Casi el cincuenta por ciento, en el Mediterráneo. Los derrames producidos por accidentes solo representan el 25%. El resto proceden de las operaciones rutinarias y de las clandestinas.

Por ejemplo, un petrolero que transporta 150.000 toneladas de crudo genera 800 toneladas de residuos. Lavar sus tanques con agua origina otros 6.000 metros cúbicos de aguas contaminadas. A ello hay que añadir los residuos que provienen del uso de aceites en los motores o del consumo de combustible.