La Audiencia Nacional ha condenado a siete años de cárcel a Carlos Calvo Varela por haber facilitado explosivos a miembros de Resistencia Galega para que colocaran un artefacto en un cajero automático en Vigo en octubre de 2011. La Sección Primera de la Sala de lo Penal atribuye a Calvo Varela, para el que el fiscal pedía 16 años de prisión, un delito de tenencia de artefactos explosivos en concurso con otro de colaboración con organización terrorista.

La condena hecha pública ayer se suma a la que ya tenía: siete años de prisión por entregar un artefacto explosivo que iba a ser utilizado en un atentado contra una sede del PP a un compañero. En ese caso, la Audiencia Nacional le había condenado a 12 años de cárcel en 2014 por los delitos de integración terrorista y tenencia de explosivos, pero este año el Tribunal Supremo rebajó la pena a siete años y lo condenó solo por colaboración con banda terrorista.

Respecto al artefacto que explotó en octubre de 2011 en una entidad bancaria viguesa, el tribunal considera probado que Calvo Varela proporcionó a "una persona cuya identidad no consta" una bolsa con un artefacto que fue colocada en el recinto de un cajero automático de Novacaixagalicia.

La sentencia señala que "para facilitar el acceso al recinto", Calvo Varela "rompió un trozo de su carné de conducir, en el que no aparecía sus datos personales". La persona que se introdujo en el cajero se cubrió con una capucha para no ser identificada al ser grabada con la cámara. La explosión, controlada por los Tedax, causó daños valorados en 16.663 euros en la comunidad de propietarios del inmueble del que formaba parte la sucursal bancaria, recoge Europa Press.

El tribunal, integrado por Fernando Grande-Marlaska, Manuela Fernández de Prado y Nicolás Poveda, valoró como principales pruebas un informe pericial que demuestra que el carné de conducir del acusado fue utilizado para abrir la puerta del cajero. "No parece posible que el acusado lo hubiera extraviado y que casualmente fuese a reaparecer en manos de la organización con la que colabora", señala la sentencia.

En el juicio, Carlos Calvo, de 27 años, negó haber participado en estos hechos y aseguró que esa noche se fue en el coche de su pareja al San Froilán, a Lugo, donde estuvo con unas amigas, y que tras volver a Santiago contestó a unos correos. Sobre el carné dijo haberlo extraviado.

Aunque la acción no fue reivindicada, según el tribunal "entra dentro de los objetivos de Resistencia Galega" y la zona de Vigo "se corresponde con el territorio de actuación de esta organización". Además, el tipo de artefacto y hasta la notificación de "perigo bomba" "concuerdan con los utilizados por esta organización", informa Efe. Los jueces añaden que, "aunque se pretendiese cuestionar que fue quien facilitó el explosivo, seguiría siendo el autor del delito, pues habría actuado de acuerdo con los miembros de la organización y proporcionando el trozo de su carné para llevar a cabo la acción".