La presidenta de la Asociación Galega de Pediatría de Atención Primaria, Teresa Valls, ha lidiado con padres que se negaban a poner las vacunas a sus hijos, padres que creen que las vacunas no ofrecen los resultados que prometen pese a todas las evidencias científicas y médicas que certifican los beneficios de las vacunas.

"Por encima del 95% de cobertura es un límite aceptable, y en Galicia estamos por encima. Pero la preocupación de los profesionales está motivada por si estos movimientos van cobrando fuerza", explica la pediatra, quien precisa, en todo caso, que esta tendencia no es tan importante como en países del estilo de Estados Unidos, donde los movimientos antivacunas sí tienen un presencia más importante y una mayor cantidad de adeptos.

Cuando uno de estos padres llega a la consulta y se niega a aplicar la vacuna a sus hijos, es entonces cuando el pediatra, cuenta Teresa Valls, tiene que exponer los beneficios que reporta la inoculación para tratar de convencerlos. "Se les dan todas las razones y alguno al final acaba aceptando las vacunas", dice. Vall s sostiene que los propios médicos redoblan esfuerzos para convencer a los padres que no quieren inmunizar sus hijos.

"Se les dice a estos padres que se están beneficiando de que la mayoría de los niños están vacunados, que su conducta se basa en obtener beneficio del resto y que por eso, porque los demás niños están vacunados, los suyos tienen menos probabilidades de contraer las enfermedades", relata la presidenta de la Asociación Gallega de Pediatría de Atención Primaria.

También se les informa de los riesgos que asumen, dado que en caso de un brote de una de las enfermedades controladas por vacunas, sus hijos pueden tener problemas graves.

Frente a las evidencias de los beneficios de las vacunas, Teresa Valls denuncia la existencia de numerosas webs, sin base científica, que se posicionan en contra y que esto confunde a veces a los padres sobre su conveniencia.