El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, agencia de la UE, alertaba en 2011 del descenso de cobertura vacunal en Europa y lo atribuía a la moda de padres que por sus creencias reniegan de las vacunas, que consideran un negocio de la industria farmacéutica y prefieren arriesgarse a que sus hijos enfermen para reforzar su sistema inmunitario.

Los brotes de enfermedades del siglo pasado que estaban en proceso de desaparición como el sarampión vuelven a causa de esta moda de algunos padres. En diciembre de 2014, un brote de esta dolencia en Disneylandia se saldó con 95 infectados en Estados Unidos que no estaban vacunados. En California, el 30% de los niños no están vacunados. Un estudio, luego puesto en entredicho, de un médico alertando que la vacuna causaba autismo contribuyó a animar a padres a no dar la inyección a sus descendencia.

La reaparición de la dolencia ya se ha dado en Cataluña y Andalucía. En 2014, hubo un brote en Barcelona y Girona con 26 afectados y en 2010 en Granada un juez obligó a los padres de 35 niños a vacunar a sus hijos pese a que se negaban, tras un brote.

En Galicia en 2011 se declararon 7 casos de sarampión, todos en adultos no vacunados, en un brote detectado en Lugo. El origen, un joven que viajó a Italia de vacaciones.