La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil incrementará los controles de alcoholemia y drogas durante las próximas fechas de Carnaval, concretamente desde este jueves día 12 hasta el miércoles 18 de febrero.

Según ha informado la Comandancia de A Coruña, el objetivo de este incremento en las pruebas de detección de alcohol y sustancias estupefacientes es "evitar que la personas que han consumido sustancias que afectan negativamente a sus capacidades para la conducción", se pongan al volante de los vehículos "y pongan en riesgo, no sólo su integridad física, cuando no su propia vida, sino también la de los posibles ocupantes de su vehículo y, sobre todo, las del resto de usuarios de la vía".

Los controles se realizarán, tanto en forma de "macro-control" en un determinado punto de la vía y prolongados durante cierto tiempo, como controles durante cortos espacios de tiempo que, según advierte Tráfico, "variarán constantemente de ubicación estableciéndose tanto en vías principales como en aquellas otras secundarias y pistas locales", con el fin de intentar "contrarrestar la utilización de las redes sociales en las que se publican su ubicación".

Durante los Carnavales del 2014, en la Comunidad Autónoma de Galicia se realizaron 13.325 test de alcoholemias, de las cuales 477 dieron positivo y 21 de drogas, con 15 positivos, según indica el Instituto Armado.

La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil destaca "la negativa conjunción de alcohol o drogas, y las terribles consecuencias que puede llevar aparejada la mezcla de estas sustancias con la conducción de vehículos".

Sanciones

"Debemos de optar por el transporte público donde exista o sea factible, así como por el uso de los vehículos privados conducidos por una persona que no haya consumido alcohol o drogas", aconseja, para matizar que los desplazamientos seguros por las vías públicas "no están reñidos con el disfrute y la diversión en las fiestas de Carnaval".

Además, recuerda que la sanción por conducir bajo efecto de drogas o alcohol en el organismo puede llegar a ser de mil euros y la pérdida de seis puntos del carné. Añade que, asimismo, "podría constituir un delito contra la seguridad vial", lo que lleva aparejado penas de hasta prisión de tres a seis meses, multa de seis a doce meses y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.