La Cabalgata de Reyes del municipio coruñés de Camariñas ha contado este año con unos curiosos personajes entre la comitiva que ha acompañado a sus Majestades: dos dromedarios que han aportado un derroche de originalidad al séquito real y que han sido adquiridos por un empresario de Ponte do Porto.

En Ourense, para un día como hoy, han optado por las carrozas autopropulsadas, una novedad en este 2015, pero en la coruñesa Costa da Morte han dejado a un lado la mecánica y se han decantado por el "mundo animal", aunque no por los renos, ya que a Laponia todavía no recurrió el tratante que compró sendos rumiantes de una sola joroba.

Son dos ejemplares únicos, de pelo corto, llamados Maero y Loli y, pese a que su llegada a Galicia es reciente, dado que en esta tierra se instalaron a punto de finalizar diciembre, ya se han adaptado al entorno, muy distinto a su hábitat natural, el desierto, y han tenido incluso su hueco en prensa, cuando fueron descubiertos.

Lo mismo les ocurre este lunes, tras protagonizar una cabalgata con una curiosidad añadida: se celebra por la mañana.

Maero y Loli, que durante esta jornada han encandilado a los más pequeños, pueden llegar a beber hasta 150 litros de agua en muy poco tiempo, afirma en una conversación con Efe su orgulloso propietario, el joven Mario Mouzo Romero, pero aparte de esto, su alimentación es normal: maíz, hierba seca e hierba verde y, cómo no, pienso, son los "manjares" de esta pareja.

El gallego Mario Mouzo, tratante de ganado "en general" a pesar de estar especializado en caballos, no quiere desvelar el precio de estos dos ejemplares, pero sí da una pista.

"Los pequeños cuestan 17.000 euros. Así que estos bastante más", reconoce sin renunciar al halo de misterio.

No obstante, afirma que no es difícil comprarlos: "Si tienes el dinero ya está", bromea, pero sí es complicado, en cambio, cumplir con las exigencias y con las características que marca la normativa agraria, además de que los documentos "son muchos, un considerable papeleo".

A pesar de que no necesitan unos cuidados especiales, el cariño es un denominador común en la atención de cualquier ser vivo, espeta este amante de los animales, e, igualmente, es imprescindible acatar "meticulosamente" las imposiciones legales.

En un caso como éste, resume, las normas establecen aspectos relativos al lugar donde duermen, a la altura de la valla y a los emplazamientos adecuados si se ponen enfermos.

"Son bastante bueniños", manifiesta ilusionado su dueño, y añade que ya se dejan acariciar, aunque el contacto físico todavía no es lo suyo, porque aún están, "y es normal", algo "nerviosos" ante el hecho de encontrarse en un lugar en el que "todo es diferente para ellos".

No solo para Maero y Loli todo ha cambiado, pues en esta misma situación están los vecinos de Camariñas, que al principio acogieron con escepticismo el rumor que circulaba por el pueblo de que pronto habría dos nuevos vecinos en su censo. Sin embargo, ahora nadie quiere perder la oportunidad de "tocar" a estos nuevos habitantes.

Acompañados de Maero y Loli, después de atravesar el lejano Oriente, los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, han llegado a esta zona costera de Galicia cargados de regalos e ilusión para los más pequeños.

Pero la presencia de los de Oriente no se limita solo al litoral, puesto que en el interior, en Ourense, la ciudad de As Burgas, estos "monarcas" se sirven para moverse de carruajes autopropulsados y, para ser fieles a la leyenda, representan un continente y una idea, de modo que Melchor simboliza a Europa y sus ríos; Gaspar, Asia y el aire, y Baltasar, África y la tierra.

Y el esperado mensaje de los Reyes Magos llega a Galicia por tierra y también por mar.

Como es tradición, el barco que los transporta en Ferrol atraca en el puerto de Curuxeiras, para dar paso al desplazamiento por la ciudad en siete carrozas adornadas con figuras de Frozen, Maléfica, un barco pirata o la emblemática, a la par que mágica, "estrella de Belén".

El lema en Galicia este 5 de enero es común: todo vale para alimentar la ilusión en tiempos difíciles.