Galicia pierde población a pasos agigantados. En 2014 se quedó sin 17.245 de sus habitantes al reducirse su padrón a 2.748.695 personas. Se trata de la mayor caída poblacional desde 1998. De hecho, tras este retroceso, la comunidad gallega se sitúa en niveles de población similares a los de hace diez años. La sangría poblacional afecta al 85 por ciento de los concellos gallegos. Solo 46 consiguen ganar población (15 de ellos en Pontevedra). Y de entre las siete urbes únicamente la ciudad del Lérez incrementa el número de empadronados en el último año.

Según las cifras del Padrón Municipal del INE a 1 de enero de 2014, Galicia perdió con respecto al año 2013 el 0,62 por ciento de sus habitantes. Tanto en números absolutos como porcentuales se trata de la mayor reducción de los últimos 16 años. De hecho, en 2013 la pérdida poblacional había sido de 15.558 personas y el año anterior de 13.924. Solo en 1998 se registró una caída mayor en el número de empadronados con 18.078 gallegos menos, el 0,66 por ciento de su población.

La baja natalidad, la emigración y el descenso de la llegada de inmigrantes hunden las cifras poblacionales de Galicia. Pocos concellos quedan inmunes. En Pontevedra únicamente quince: Baiona, Cangas, Crecente, Gondomar, Lalín, Meaño, Meis, Moaña, Mondariz-Balneario, Poio, Pontevedra, Salceda de Caselas, Soutomaior, Tui y Vilaboa.

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En total en la comunidad gallega solo 46 ayuntamientos suman vecinos a su padrón. En A Coruña son 17, en Ourense 9 y en Lugo solo tres ayuntamientos. En términos porcentuales el municipio de Galicia que más incrementa su censo es el de Mondariz-Balneario (con un incremento del 3,9%), seguido de los coruñeses de Melide y Mazaricos y, a continuación, se situaría Vilaboa.

Por el contrario, las provincias del interior son las que más acusan el declive poblacional. Así Ourense concentra los cinco concellos que pierden más población: Padrenda, Muiños, Gomesende, Lobios y Verea.

La provincia ourensana es además la quinta de España que más habitantes pierde en relación a su población. Solo Alicante (-3,97%), Castellón (- 2,36%), Cuenca (-2,10%) y Málaga (-1,88%) superan la caída del 1,36% de la población en Ourense.

Los municipios de esta provincia pierden en conjunto 4.431 habitantes. En Lugo la caída fue de 3.257 personas, un 0,94 por ciento de su padrón.

De hecho, el descenso poblacional fue más intenso en estas dos provincias del interior, frente a A Coruña que vio reducido el número de empadronados en sus concellos en un 0,48 por ciento (5.426 habitantes menos) y, sobre todo, frente a Pontevedra, que es la provincia que mejor contiene la sangría demográfica con un descenso de solo el 0,43 por ciento, el más bajo de Galicia (4.131 residentes menos).

Entre las ciudades la única que se salva de una nueva debacle poblacional es Pontevedra, que gana habitantes, si bien la cifra es muy reducida (solo 12 residentes más).

De hecho, Pontevedra está entre las únicas siete capitales de provincias españolas que aumentan su padrón: Almería, Ciudad Real, Huesca, Murcia, Palma de Mallorca y Vitoria.

En Galicia la ciudad que pierde más residentes es Ferrol, seguida por Ourense que reduce su padrón en un 0,59% (637 personas menos). A continuación estaría Vigo que reduce su padrón un 0,49% (1.482 vecinos menos) hasta los 294.997. Similar es el descenso que registra A Coruña (0,45%). Y finalmente estaría Santiago, con 241 habitantes menos, y Lugo, con una pérdida poblacional de 201 personas.

Pero Galicia no es un caso aislado. En España las cifras también son negativas. En solo un año se queda sin 358.000 habitantes, el 0,76 por ciento de su población. Y, de hecho, son ocho las comunidades que superan el desplome poblacional de la autonomía gallega: Aragón, Baleares, Canarias, Castilla y León, Castilla La Mancha, Comunidad Valenciana, Madrid y La Rioja.