Número de accidentes de tráfico, fallecidos, heridos y características de las carreteras. El análisis de estos cuatro factores en más de 20.000 kilómetros de la red viaria del país -casi 2.000 en Galicia- ha permitido detectar hasta un total de 38 tramos negros, siete de ellos en la comunidad. O lo que es lo mismo, dos de cada diez puntos de altos riesgo están en vías gallegas. Este dato sitúa a Galicia como la tercera autonomía con más kilómetros peligrosos para la conducción: un total de 316 km -el 16,3% de los analizados en la comunidad-, solo por detrás de Asturias (20,4%) y Cataluña (16,8%), según revela un estudio de EuroRAP en España correspondiente a 2011-2013. Este informe, en el que participan el Real Automóvil Club de España (RACE) y el RACC, es el punto de partida para diagnosticar las causas de la peligrosidad en esas vías y así establecer las medidas para evitar que ocurran nuevos accidentes mortales o con heridos graves.

Los tramos gallegos señalados en rojo en el mapa de carreteras de Tráfico se concentran en las provincias de Pontevedra y Ourense. Tres tramos negros en ambos casos. En el caso de Ourense, en la lista negra por su peligrosidad figuran la N-544 en el cruce de la N-120 con la N-525; la N-120 entre el final de la zona urbana de Ourense y el principio del área de Santa Cruz y la N-541, en el límite de la provincia de Ourense con Pontevedra por Lalín. En Pontevedra, se trata de la N-551, en Cerdedo; la N-640, en la zona de Bandeira, y la N-640, del final de la zona urbana de Caldas y Vilagarcía. El único punto negro detectado en A Coruña está en la N-547, a la altura de Melide. Tres vías gallegas, dos en Ourense y una en Pontevedra, están entre las cinco más peligrosas de España

Junto a estos siete tramos de alto riesgo identificados en las carreteras gallegas, tres de ellos en la lista de los cinco más peligrosos de todo el país, la comunidad cuenta con otros 21 puntos de riesgo medio alto -siete en la provincia de A Coruña, otros siete en Lugo, cinco más en Ourense y los cinco restantes en Pontevedra-.

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De las 28 carreteras gallegas que presentan un riesgo elevado o medio-alto para la conducción, cuatro tienen una intensidad de tráfico entre 10.000 y 16.000 vehículos diarios. El resto se sitúan entre los 3.000 y 6.000 usuarios al día. El conjunto de estas vías peligrosas en la comunidad registró durante el periodo estudiado contabilizaron un total de 136 accidentes mortales o graves, con un total de 32 fallecidos -10 en A Coruña, 12 en Lugo, uno en Ourense y 9 en Pontevedra- y 160 heridos graves -47 en A Coruña, 32 en Lugo, 21 en Ourense y 30 e Pontevedra-.

El estudio analiza también la accidentalidad de motos y ciclomotores en España y concluye que en la actualidad uno de cada cinco accidentes de tráfico mortales y graves lo sufre un motorista. Del año 2003 a 2013 la representatividad del colectivo de motoristas en la accidentalidad total se triplicó, al pasar de un 7,8% hace diez años a un 18,9% en 2013. En el top ten de los tramos más peligrosos para los motoristas figura uno gallego: en la VG-20 en Vigo, en el enlace con la AG-57 a Baiona, que está en el segundo puesto de peligrosidad, por detrás de la A-8, en Torrelavega (Cantabria).