"Antes no estudiábamos gallego pero lo hablábamos en casa. Ahora estudiamos gallego pero lo hablamos menos en familia". Ésa es la conclusión que extrae el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tras el estudio del Instituto Galego de Estadística que revela que el número de niños que habla este idioma ha caído un 37 por ciento en la última década. El jefe del Ejecutivo gallego defendió el papel del sistema educativo y responsabilizó a la familia del descenso en la cifra de escolares gallegohablantes.

"Nunca antes tantos niños estudiaron gallego, pero no se habla en el ámbito familiar y de ocio", lamentó. El presidente de la Xunta reconoció que hay datos "preocupantes" en el estudio sobre el uso del gallego pero defendió que en las escuelas hay "equilibrio lingüístico". Por eso pidió una mayor implicación de los padres. "Es ahí donde las familias tienen algo que decir", apuntó.

La asociación A Mesa pola Normalización Lingüística presentará denuncias ante la Unesco y ante la ONU por la situación "preocupante" que sufre la lengua gallega y la vulneración e incumplimiento de los derechos lingüísticos de los ciudadanos de Galicia. Además, pedirán a los candidatos para las elecciones municipales y a los ayuntamientos que se comprometan a cumplir el Plan Xeral de Normalización Lingüística.

Además de la situación del gallego, Feijóo aprovechó ayer para responder a las acusaciones de la viceportavoz de AGE, Yolanda Díaz, que tildó de "cierto machismo" la forma en la que la trata en el Parlamento. "Es de un simplismo absurdo", calificó el jefe del Ejecutivo gallego que recordó que el portavoz de Alternativa Galega, Xosé Manuel Beiras, dice que "los miembros de Resistencia Galega no son terroristas y apela a ETA como algo necesario en la vida de los gallegos".

Feijóo recriminó a la número dos de Alternativa Galega que "frivolice" con el machismo "dada la lacra de violencia que hay en Galicia". En opinión del presidente de la Xunta, lo que le ocurre a este grupo parlamentario es que "está pasando de moda".

Y tras trascender que decenas de altos cargos cobran más que el presidente del Gobierno, el jefe del Ejecutivo gallego consideró "evidente" que hay que revisar los salarios de los dirigentes del sector público. En cualquier caso, Feijóo no habló de bajar sueldos y advirtió que "no toca ahora" por la situación de crisis subir las retribuciones a políticos de primer nivel como presidentes, ministros o presidentes de comunidades y conselleiros".

En cuanto a la aplicación en Galicia de la Ley de Transparencia, que ayer activó el Gobierno con la publicación de 500.000 datos, Feijóo explicó que la comunidad autónoma tiene dos años para adaptarse. En cualquier caso, el presidente de la Xunta aclaró que en el primer semestre del próximo año el Ejecutivo gallego tendrá ya listo el "elenco legislativo" para implementar las medidas de transparencia estipuladas por el Gobierno. "En algunos ámbitos ya lo estamos cumpliendo y en otros pretendemos ir un poco más allá", enfatizó Feijóo en alusión a los cambios introducidos en el sistema de contratación que permiten a las empresas que participan en el concurso conocer las ofertas de sus competidoras.

Preguntado sobre la propuesta del primer secretario del PSdeC, Miquel Iceta, relativa a que el Estado asuma, mediante una quita, parte de la deuda de las comunidades, Feijóo replicó que corresponde al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) decidir sobre este tipo de cuestiones. Eso sí, advirtió que tiene "muy claro" que "si hay algún tipo de quita, Galicia tiene que estar". En su opinión, "el gran problema" de la Generalitat es el "de la deuda", que situó en "70.000 millones de euros".