La Consellería de Sanidade necesita sitio para almacenar las 450.000 mamografías generadas durante años con el Programa de Detección de Cáncer de Mama y ha decidido contratar su custodia y depósito a una empresa privada que se encargará de guardarlas, garantizar su conservación y trasladarlas a los hospitales cada vez que los profesionales sanitarios necesiten consultarlas en una revisión.

El Sergas pagará más de 275.000 euros a quien se haga cargo del almacenaje de las pruebas que ahora están archivadas en los hospitales gallegos. Las mamografías están en formato digital y, por lo tanto, no solo ocupan espacio, sino que su conservación es más delicada. Sin embargo, tal y como explica Sanidade, ahora el programa se ha digitalizado y por lo tanto, "no está previsto un aumento sustancial de carpetas" en los próximos años.

La adjudicataria deberá poner a disposición del Sergas una nave que tenga un mínimo de 2.500 metros lineales de estantería para albergar el material y se exige a la empresa que garantice su seguridad y conservación. Deberá impedir que cualquier persona ajena pueda acceder a las pruebas diagnósticas y deberá establecer sistemas de detección y extinción de incendios, humo y agua.

El departamento de Rocío Mosquera advierte que podrá inspeccionar las instalaciones en cualquier momento para verificar que se cumple el contrato. "Debe evitar extravíos, cesiones no permitidas o deterioro de la documentación clínica total o parcial", aclara.

Sin embargo, los 275.000 euros que recibirá la adjudicataria no se limitarán al pago de sus servicios de custodia. La empresa se encargará también de distribuir las mamografías cada vez que sean requeridas desde algún hospital.Para ello deberá disponer de los vehículos de transporte necesarios.

Cada semana el Sergas enviará a la empresa mediante fax o correo electrónico un listado en el que se especificarán nominalmente las usuarias del programa (con una media de 2.500) que están citadas para revisión a la semana siguiente y tienen mamografías analógicas de campañas anteriores. La tarea de la empresa será llevar esas pruebas a las unidades de evaluación radiológica en un plazo que nunca será superior a los cinco días desde que son solicitadas. La adjudicataria realizará como mínimo dos viajes por semana.

Pero también se encargará de recogerlas y llevarlas de nuevo al almacén. E incluso tendrá que asegurarse de que estas pruebas son devueltas. Si las unidades radiológicas de los hospitales no lo hacen, será la empresa la que deba comunicarlo al Sergas, con listados semanales, a los responsables del Programa de Detección del Cáncer de Mama.

La otra tarea de la adjudicataria será la de realizar copias de las mamografías que le solicite el Sergas. Sanidade estima que la empresa tendrá que realizar una media de 120 copias semanales. Tendrá 48 horas para entregar las reproducciones a los hospitales que se las demanden.