Nadie recuerda una expectación parecida por la publicación de los datos de una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). "La estábamos esperando como si fuera la portada del día que murió Franco", resume el momento Enrique Varela, profesor de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Vigo.

Nunca antes se habían visto imágenes de los corrillos en el Congreso en los que los diputados se enseñaban en sus smartphones los resultados de la encuesta. Hasta la página web del CIS se colapsó el miércoles minutos antes de que se publicase el Barómetro de Opinión de octubre, un estudio que incluía la intención de voto y que arrojó la irrupción fulgurante de Podemos, que se llevó un 17,6% de los votos en las próximas elecciones generales, según la respuesta de voto directo (intención de voto). Le siguen el PSOE (14,3%) y el PP (11,7%).

"El otro día vi una viñeta muy buena en la que aparecía una bola de fuego que ponía CIS y tres dinosaurios con los logotipos de PP, PSOE e IU. Es verdad que hay una teoría que dice que un meteorito destruyó la vida hace millones de años. Pero el meteorito no es el CIS, el meteorito es Podemos", afirma Enrique Varela. La fotografía electoral que dibujó la encuesta no ha dejado indiferente a nadie y para muchos supone el fin del bipartidismo. "Tiene toda la pinta de que está tocado. Ahora, lo que hay que ver es el recorrido que es capaz de hacer Podemos. La verdad es que es un envite de cuidado el que tiene", asegura el sociólogo Benjamín Porto. Lo mismo opina Miguel Anxo Bastos, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Santiago. "Estos datos suponen un cambio del mapa político, que se va a triangular en tres bloques", confirma.

Enrique Varela va un poco más allá y apunta que "el fin del bipartidismo se acabó en Galicia con la entrada de AGE en el Parlamento en 2012, que fue a escala más pequeña algo similar a lo que está sucediendo ahora. Y esto lo que nos da es una tendencia".

Un poco más precavido sobre el final del bipartidismo es el sociólogo Juan Luis Pintos. "No creo que sea su final. Este tipo de movimientos no acaban con el bipartidismo. El bipartidismo es una de las formas más viables de la democracia", esgrime.

¿Y qué deben hacer el PP y el PSOE para contrarrestar la irrupción de Podemos? "Como mínimo estar asustados como lo están ahora", contesta con rapidez Benjamín Porto. "Les han metido el miedo en el cuerpo y eso ya no es poco. Les han metido el miedo a las élites tradicionales que han estado instauradas y que pensaron que tenían patente de corso para hacer lo que les diera la gana", abunda el sociólogo. "Deberían pedir menos perdones y hacer más cosas significativas para la gente", sostiene Juan Luis Pintos. "Tienen que abrir las ventanas y que corra el aire. Hay una forma de entender la política que ya no sirve", confirma Enrique Varela.

De confirmarse los resultados de la encuesta del CIS también se abre un nuevo escenario de alianzas entre partidos. "El que peor lo tiene es el PSOE. El PP va a perder la mayoría absoluta, pero siendo la minoría más votada puede intentar gobernar con otros apoyos", afirma el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Santiago Miguel Anxo Bastos. "Si Podemos queda segundo, ¿el PSOE qué hace? ¿deja gobernar a la derecha o apoya a Podemos? Cualquiera de las dos situaciones es mala para el PSOE. Y lo mismo sucede con Podemos. Si, por ejemplo, queda tercero ¿deja gobernar al PP o se alía con el PSOE?", se pregunta el profesor.

En Galicia, los expertos discrepan sobre el impacto de la formación de Pablo Iglesias. "Las elecciones autonómicas de 2012 ya anticiparon la tendencia del cambio y de un final del tripartidismo. Va a costar mucho más, el cambio va a ser lento, pero hay un cambio de tendencia muy claro desde las últimas elecciones", analiza Enrique Varela. Para el sociólogo Benjamín Porto "Podemos va a sustituir a AGE. AGE está en un proceso de descomposición".

Juan Luis Pintos, en cambio, rebaja la presencia del movimiento en Galicia. "Aquí se mueve menos la cosa porque el PP ha sabido darle un tinte más regionalista. La reacción de Feijóo con el ébola y el detalle de llamar a la familia de la enfermera... Esos son pequeños detalles que la gente va a apuntando. Y como ve que la oposición se divide y se vuelve a dividir no hay mucha opción", ratifica el sociólogo, para a continuación asegurar que "Podemos puede hacer algo en Galicia pero menos que en el resto del territorio, porque aquí tenemos ya partidos contestatarios".