La mayor de las operaciones "irregulares" vinculadas a las antiguas cajas de ahorro gallegas que el FROB decidió poner en manos de la Fiscalía es también uno de los desastres empresariales más grandes en la historia reciente de España. El símbolo del pinchazo de la burbuja inmobiliaria y los fracasos del ladrillo que se guardan bajo la alfombra de la crisis. Astroc, el grupo fundado por Enrique Bañuelos, tuvo a Caixa Galicia entre sus principales financiadores. Y socios. Hasta doce créditos, según la información que maneja el FROB, y una participación del 5% en el accionariado que provocaron un quebranto de 300 millones de euros, según la información adelantada ayer por el diario Expansión de mano de "fuentes judiciales".

Los negocios entre la caja que dirigió José Luis Méndez y la inmobiliaria -fruto de la estrecha vinculación personal con Bañuelos, que aupó a uno de los hijos del ex director general de la caja como apoderado de su holding inversor y como consejero delegado hasta junio de la firma Amper- protagonizan uno de los expedientes sospechosos más relevantes de los analizados por los auditores forensic en su rastreo de ilegalidades en las entidades con ayudas públicas. Por la cuantía de los supuestos daños causados al patrimonio de Caixa Galicia y porque reúne varios de los criterios que contempla "el protocolo de actuación previo al ejercicio de acciones judiciales" con las nacionalizadas. En concreto, esa doble condición de acreedor, con la existencia de refinanciaciones de préstamos, y la participación directa en el capital de la compañía. El FROB y el propio Ministerio Fiscal no confirman ni desmienten que ésta sea una de las operaciones investigadas, ni evidentemente la envergadura de los perjuicios provocados.

Con el caso Astroc en los tribunales, la gestión de Méndez en Caixa Galicia queda de nuevo bajo la lupa. Pese a la condena confirmada por el Supremo a la tasadora de la caja por la sucesión de irregularidades en la valoración de inmuebles y los informes de inspección del Banco de España que alertaron de la desmedida gestión del negocio, la morosidad oculta y su "inviabilidad" , el que fue el máximo responsable de la entidad coruñesa durante más de dos décadas logró pasar desapercibido en los procesos judiciales que rodean a antiguos directivos del sector. Méndez fue apartado expresamente por el supervisor del proceso de fusión con Caixanova tras la difícil situación en la que dejó Caixa Galicia. Una decisión, según varias fuentes, en la que precisamente tuvieron mucho que ver las inversiones en Astroc.

La caja entró en la inmobiliaria con un 5% del capital por 36 millones de euros coincidiendo con su salida a Bolsa en mayo de 2006. Ese mismo año, a finales de octubre, la corporación industrial de la entidad a través de la que controlaba sus participadas, CXG -capitaneada por José Luis Méndez Pascual, hijo del director general- se deshace de un 1% aprovechando la buena marcha bursátil de la compañía. Ingresa 28,4 millones. Pero dos meses y medio después, en enero de 2007, vuelve a adquirir un 1%, que cuesta esta vez 43,725 millones. De este vaivén nunca hubo explicaciones oficiales. El 27 de febrero llega el primer batacazo de Astroc en el parqué después de alcanzar su techo de 75 euros por título. La letanía se prolonga un par de meses más con un desplome total del 90% del valor de la inmobiliaria. En mayo, Enrique Bañuelos se va.

Abanca no tiene ya hoy ningún tipo de relación accionarial con su sucesora, Quabit. Aunque se desconoce el montante de pasivo que le debe. A cierre de 2012, antes de que la entonces NCG perdiera la condición de accionista de referencia y por lo tanto la inmobiliaria estuviera obligada a desvelar las transacciones entre ambas, solo en deuda financiera se rozaban los 80 millones de euros.

A través de su holding inversor actual, Veremonte, el expresidente de Astroc emitía ayer un comunicado para defender que es "totalmente falso" que él "provocara un agujero de 300 millones de euros a la entidad financiera NCG". "Nos encontramos ante infamias y gravísimas acusaciones carentes de la más misma veracidad, que solo persiguen el daño reputacional del Señor Bañuelos", asegura. La defensa es personal. De ahí que también sostenga que es "falso" que el empresario recibiera 12 créditos. "La única operación de crédito del Señor Bañuelos con NCG fue con su sociedad CV Capital -explica-. Dicho crédito fue íntegramente pagado el día 8 de febrero de 2010, como así consta en la entidad financiera".

Lo que ocurre es que, al margen de ese préstamo directo a él, las investigaciones del FROB se centran en operaciones entre la caja y Astroc cuando ambas estaban lideradas por Méndez y Bañuelos. Desde Veremonte marcan las distancias y recuerdan su retirada de "la gestión y el control" en 2007. "Por tanto, las operaciones crediticias que, presuntamente, pudieran haber ocasionado quebranto a NCG en relación a Astroc, son total y absolutamente ajenas al Señor Bañuelos", concluye.