Las juntas de accionistas de Abanca y el Etcheverría están convocadas el próximo lunes para votar su fusión. Un mero trámite porque el capital de ambas está copado, en más del 80%, por el grupo Banesco. Pero un paso histórico en el sector financiero gallego tras la aventura fallida del matrimonio de las cajas y su deriva posterior, dos años largos bajo control público y con más de 9.000 millones de euros en ayudas públicas a su espalda. La antigua NCG actuará de sociedad absorbente por su evidente muchísimo mayor tamaño, mientras que el centenario banco creado en Betanzos se disolverá, sin liquidación. La marca seguirá. Así lo han decidido en el holding presidido por Juan Carlos Escotet, como confirman a FARO fuentes cercanas al proceso. Hay varias opciones de uso que están estudiando en estos momentos.

Además de la función que vaya a desempeñar la marca Etcheverría dentro del negocio tras la unificación de la red, la apuesta de aguantarla viva es un claro guiño a la entidad y sus fundadores. De hecho, los estatutos de la nueva Abanca que también se someten a aprobación el lunes arrancan con la historia del banco -fundado en el siglo XVIII, "el decano de la banca española"- y un cúmulo de alabanzas a una larga trayectoria que lo ha llevado hasta aquí y que expresamente se toma como ejemplo. "A lo largo de sus muchos años de historia, el Banco Etcheverría ha desarrollado su actividad permanentemente orientada a satisfacer las necesidades de sus clientes, habiendo alcanzando a través de generaciones una cultura diferencial en el trato personal muy cercana a sus clientes y su equipo humano, fundamentada en profundos principios como el servicio y la prudencia -señala el texto-. Abanca Grupo Banesco aspira a mantener dichas cualidades, comenzando por la sede social del Banco Etcheverría".

Junto con los estatutos, la orden del día de la junta contempla la ratificación del nombramiento de los dos últimos consejeros independientes. José Ramón Rodrigo Zarza, ex Santander y representante del FROB en Unnim y NCG, y José García Montalvo, consultor de la UE que ya fue vocal independiente también en CatalunyaBanc. La cúpula, formada por el presidente Javier Etcheverría, Escotet en la vicepresidencia, Francisco Botas como consejero delegado -y único de carácter ejecutivo-, seis consejeros más, el secretario y la vicesecretaria, tendrán una retribución máxima conjunta de hasta 4,5 millones de euros, según figura en la propuesta de acuerdo para la cita del lunes. Otro de los puntos prevé autorizar al consejo a la compra de acciones propias con un precio que no puede caer de los 30 céntimos por título ni superar los 1,2 euros.

Una vez aprobada la operación, su integración operativa no dará, en principio, ningún problema. La plataforma tecnológica es la misma. El desembarco de Francisco Botas, consejero delegado, desde el Etcheverría a principios de este año tenía, precisamente, el objetivo de allanar el camino de la unión antes incluso de la firma de venta con el FROB y empezar con la también fundamental implantación de una única cultura corporativa en el personal.

Abanca Grupo Banesco nacerá el inmediato 6 de octubre de la suma de los 4.472 trabajadores que a cierre de junio había en la entidad y los 374 que aporta el Etcheverría La fusión parte de los balances del primer semestre del año, lo que suponen unos activos totales de 54.700 millones de euros, casi 26.300 millones en créditos y 34.500 millones den depósitos. A las 591 oficinas operativas de la sociedad absorbente se añaden las 116 del banco betanceiro. Sus responsables han insistido en varias ocasiones que no habrá impacto en el personal.

La fusión, según figura en el proyecto, busca "simplificar la estructura societaria, organizativa y de funcionamiento" del grupo Banesco, dueño de los dos bancos. Para "aprovechar las ventajas" de cara al trabajo con los clientes y el catálogo de productos. Son razones -continúa- "de eficiencia, racionalización de costes y reducción de riesgos operativos, facilitando una gestión más efectiva de los recursos".