Con la única abstención de la diputada Carmen Iglesias del grupo mixto, el Parlamento gallego aprobó ayer la nueva ley contra el maltrato de animales domésticos y salvajes en cautividad. Fue una reforma impulsada por el colectivo Libera y apoyada por casi 120.000 firmas que AGE canalizó en la Cámara. Tan solo se altera un artículo y varias disposiciones de la ley original con el objeto principal de endurecer las sanciones económicas.

Las multas por maltrato animal en Galicia serán ahora más elevadas y variarán desde los 100 hasta los 30.000 euros. Por ejemplo, el no recoger los excrementos en vías públicas que deja una mascota tendrá un sanción de carácter leve penada con hasta 500 euros, cuando antes no superaban los 300. El abandono de un animal de compañía se considera infracción grave, y multado con hasta 3.000 euros. Y suben de 15.000 a 30.000 las multas por infracciones muy graves, como el sacrificio de mascotas sin control médico o la organización de peleas clandestinas. Se excluyen del ámbito de aplicación de la ley las corridas y los espectáculos taurinos, motivo por el cual se abstuvo la diputada Carmen Iglesias.

Pese que el acuerdo fue casi unánime, sí hubo debate, sobre todo porque PSOE y BNG querían introducir una enmienda en la ley para obligar a la Xunta a presentar al Parlamento un informe anual sobre la aplicación de la norma. Pero el PP no la aceptó, si bien el diputado popular Santiago Freire Abeijón garantizó que la Administración autonómica informará y hará una evaluación de la ley.

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