Además de la relevancia que la operación tiene por sí misma, porque es la primera de esta envergadura que Banesco realiza como un jugador más en el sector financiero español, la emisión de bonos por valor de 269,6 millones de euros convertibles obligatoriamente en acciones de Abanca dibuja el futuro previsto para la entidad a medio plazo por sus nuevos dueños. El de la apertura del accionariado. Ya sea con la entrada de socios a través del canje de estos títulos o, como está previsto, que ésta sea la antesala del estreno en bolsa del grupo. La colocación está asegurada, según fuentes cercanas al proceso, entre "inversores cualificados", entre los que se incluyen algunos vinculados ya al holding hispano-venezolano.

Cada uno de los bonos tendrá un valor nominal de 100.000 euros. El precio marca ya de entrada que no es apto para cualquier bolsillo. Tampoco el tipo de interés se queda corto. Un 10% durante los primeros cuatro años, hasta el 1 de octubre de 2018. El quinto, fecha de amortización, se remunerará a un 11% antes de su conversión en títulos del banco gallego fruto de la fusión de Abanca con Etcheverría -prevista para dentro de apenas dos semanas-, "siempre que antes no se haya producido una Operación Pública de Venta Autorizada (OPVA). Que es lo que pretende su presidente, Juan Carlos Escotet, aunque por el momento haya una fecha exacta.

Los bonos, según Banesco anunció ayer en un comunicado, podrán amortizarse anticipadamente y serán obligatoriamente canjeables por las acciones en tres supuestos. En la fecha que se produzca esa OPVA, el trámite inmediato al estreno en el parqué. En ese caso, el número de acciones a entregar a estos inversores se calculará con la división del importe nominal del bono entre el precio de canje de la oferta pública, equivalente al 80% del precio de la OPVA.

Segundo escenario, sin salida a cotizar. Los bonos se canjearían por un precio fruto de multiplicar por 0,7 el valor contable por acción. O, última posibilidad, "en caso de que se produzcan determinado supuestos de incumplimiento después de la fusión entre Abanca y Etcheverría. "El comisario, previo acuerdo de la asamblea general de bonistas, podrá declarar que los bonos sean canjeado al precio de canje pertinente en caso de supuesto de incumplimiento", explica Banesco.

La emisión, que se hará efectiva el inmediato 1 de octubre, tiene como garantía "una prenda de primer rango" sobre esa cantidad total de acciones de Abanca. Tras la integración se cambiará por otra, sobre, evidentemente, los títulos de la nueva entidad financiera.

Con la colocación de las que serán futuras acciones del primer banco gallego, Banesco va dando pasos estratégicos en la consolidación de su proyecto, tras la victoria a finales del pasado año en la subasta de la antigua NCG. La pasada semana se cerraba una herida pendiente con el laudo del departamento de arbitraje de la Cámara de Comercio de Madrid que ponía fin al conflicto con Aviva por la reclamación de 430 millones tras la ruptura del contrato en exclusividad heredado de Caixa Galicia para comercializar seguros. El acuerdo rebaja a 267 millones el pago, que realmente serán 273,5 millones con intereses y menos los dividendos. El FROB cubriría hasta el 85% de la diferencia que salga de la tasación que un experto tiene que realizar ahora del 50% de la joint venture que ambas compañías compartían para desarrollar el negocio.

Lo siguiente en la hoja de ruta de Banesco es el matrimonio de sus dos bancos. Las juntas de accionistas de Abanca y Etcheverría están convocadas para dar la autorización definitiva a la fusión el próximo 6 de octubre.