La número dos de la Consellería de Sanidade, la gerente del Sergas, Nieves Domínguez, deja el cargo que ocupa desde 2012. Su relevo se producirá en fechas inmediatas y la conselleira, Rocío Mosquera, ya le busca sustituto. Pero no será cualquiera, como bien advirtió ayer en Vigo, sino que quiere a alguien de su total confianza. "Tiene que ser una persona de mi absoluta confianza. Que comparta absolutamente mis objetivos, los de la organización y los de la Xunta, que tengamos una visión de lo que tiene que ser el Servizo Galego de Saúde para los próximos años", declaró la titular del departamento que gestiona un tercio de los presupuestos de la Xunta.

La renuncia de Domínguez, que volverá a su plaza de atención primaria, ha causado bastante sorpresa dentro del Gobierno gallego y también en los círculos profesionales más próximos a la gerente. De hecho, ha transcendido su marcha -la propia afectada se está despidiendo de su entorno- sin que todavía se conozca a su relevo para un cargo de tanta relevancia como es la gerencia del Sergas. Fuentes cercanas al Ejecutivo aseguran que en su decisión de dejar el puesto estaría un posible enfrentamiento con la conselleira, ya que las dos tienen un fuerte carácter y defienden con intensidad sus posiciones.

Al menos habría dos elementos de divergencia. El retraso en la aplicación de la ley de garantías sanitarias -uno de los proyectos estrella de la Xunta para esta legislatura- y la tortuosa implantación de las áreas de gestión clínica, cuyo decreto que las ordena está recurrido en el TSXG. El área clínica es un nuevo modelo de organización donde se dota a los profesionales sanitarios de autonomía para gestionar presupuestos y personal. Su creación es voluntaria, pero todavía no se constituyó ninguna porque los sindicatos y parte del colectivo médico entienden que abre la puerta a la privatización de la sanidad y temen que el personal sanitario pueda perder su condición de estatutario.

La versión oficial, sin embargo, habla de que la gerente se encontraba "cansada" por la disposición 24 horas al día que requiere el cargo y que ansiaba retomar la asistencia clínica. Un proceso similar al que tras ocupar la subdirección del área de atención primaria en A Coruña y Ferrol en la última etapa de Fraga le llevó a volver a su plaza de médico con el bipartito. Luego, volvió a ser recuperada con Feijóo en la Xunta, en 2009, para cargos directivos, primero al frente de Asistencia Sanitaria y, desde enero de 2012, como gerente del Sergas.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, dijo que Nieves Domínguez se va por su deseo de retomar su actividad profesional y que el relevo es totalmente "normal" y que aunque no hay todavía sustituto, éste se producirá "más pronto que tarde". En la misma idea porfió Rocío Mosquera. "Después de cinco años cree que es el momento de volver a la asistencia. Echa de menos el contacto con los pacientes. Estos cinco años sacando proyectos conjuntos demuestran la buena relación. Fue una decisión consensuada", dijo en Vigo. Añadió que la gerente ya le había comunicado "hace tiempo" su decisión de abandonar y que ahora se considera que es el momento "más oportuno" para el relevo porque la consellería se encuentra en plena evaluación de la estrategia del Sergas para los próximos cuatro años.

Rocío Mosquera busca ahora a alguien de su "absoluta confianza" que comparta al 100% sus objetivos y, según dijo, ya ha contactado con "unas cincuenta personas" para sondear sus posibilidades al puesto. Preguntada si había algún enfrentamiento con la gerente, respondió que cinco años avalan su relación y que el equipo de sanidade está "muy consolidado".

El paso Domínguez por la gerencia del Sergas ha coincidido con una de las etapas más difíciles y conflictivas por la aplicación de recortes presupuestarios y las medidas que lleva aparejadas, como la privatización de servicios que hasta ahora se realizaban con medios propios. Hay quien también reclama una gerencia con más peso político para defender mejor la sanidad pública frente a los ataques que recibe.