Seis de cada diez estudiantes entre 15 y 19 años de la provincia de Pontevedra estudia y al mismo tiempo chatea con sus amigos vía WhatsAppWhatsApp, aplicación que se ha destapado como antídoto contra el éxito escolar por su capacidad para distraer a los alumnos de sus deberes y aminorar su capacidad de concentración. El 58% reconoce que también wasapea durante las reuniones familiares. Así lo pone de manifiesto una encuesta a 682 alumnos de ESO, Bachillerato y FP en el marco de un estudio, en el que se advierte de "una adicción al wasapeo con exceso de chats y de tiempo dedicados a estes", y en el que se insta a familias y colegios a promover y enseñar "un uso responsable" de las nuevas tecnologías a los más jóvenes.

Los estudiantes de instituto no pueden vivir sin su móvil y así un 40% establece más de 20 comunicaciones al día por WhatsApp. Hay un 21% que confiesa wasapear en más de 60 ocasiones, "lo que es una auténtica exageración que conviene tener en cuenta para corregir a este tipo de usuarios adictos al gausapeo", alerta José Raposeiras Correa, catedrático de Enseñanza Secundaria y coordinador de la investigación "La comunicación del alumnado a través de WhatsApps". En el estudio, publicado por Eduga, la revista on line de la Consellería de Educación, se advierte de que "dentro de la normalidad" sólo estaría el 21% de los estudiantes encuestados, que dicen escribir menos de cinco guasaps al día.

"Nos encontramos con voraces consumidores de WhatsApps que a veces hacen saltar las alarmas" observa Raposeiras en el estudio y por eso insiste en "educar para la utilización de estos recursos tecnológicos". Pero no solo el invento comunicativo en 2009 del ucraniano Jan Koum y el estadounidense Brian Acton ha enganchado a los jóvenes entre 15 y 19 años.

El tiempo dedicado al móvil entre los estudiantes de ESO, Bachillerato y FP para hacer llamadas, jugar, escuchar música, moverse en internet o enviar un WhatsApp es elevado. Un 30% de los alumnos admite dedicarle al smartphone más de seis horas al día. Un 24% no aparta los dedos de su móvil entre 3 y 6 horas; un 33% está conectado entre 1 un 3 horas y el 13%, menos de una hora.

"Dedicando tanto tiempo a una esta tecnología, ¿qué puede quedar para las demás actividades escolares, familiares o sociales?", se preguntan en el estudio y ponen el acento en el 14% de los jóvenes que revelan estar atentos a su móvil durante más de diez horas al día. Sostienen que estos jóvenes pueden estar "enganchados" a este recurso tecnológico. Y nutren su voz de alarma con más datos y concluyen que hay una dependencia "exagerada" del móvil. Los alumnos entre 15 y 19 años lo quieren tener cerca para comprobar si tiene batería, si se ha recibido algún mensaje nuevo o consultar si hay alguna entrada nueva en el Facebook. El 20% dice estar "siempre" pendiente de su smartphone, el 30% solo "durante el día", el 33% sólo fuera del centro escolar" y el 8%, nunca.

Es más, un 32% siente "ansiedad por responder a todos los WhatsApps que reciben y un 44% está "inquieto",si no le contestan a sus mensajes. Ante estas cifras, el equipo coordinado por José Raposeiras propone "promover debates internos en las comunidades educativas" e incrementar las charlas informativas de expertos de los cuerpos de seguridad del Estado sobre los riesgos de acoso en las redes sociales.

Que los jóvenes apaguen los móviles por la noche, que los menores de 14 años no lleven smartphone al colegio, regalar el móvil solo a niños a partir de 15 años, no publicar en internet fotos de alumnos que los situén por ejemplo "en el contexto de un colegio o en actividades extraescolares", usar los dispostivos de internet solo en la zona de uso de común del hogar, que los padres conozcan las contraseñas que utilizan sus hijos en sus móviles, que de vez en cuando naveguen y chateen con sus hijos, ... son otros de los consejos propuestos en el estudio.