El vicepresidente de la Xunta y secretario general del PP gallego, Alfonso Rueda, asegura en una entrevista con Efe que los ciudadanos han entendido que los recortes puestos en marcha tanto por la Xunta como por el Gobierno "no fueron por capricho ni por falta gestión".

Rueda defiende que esas políticas han llevado a equilibrar las cuentas y a poner a Galicia en disposición de "no renunciar" a proyectos que hace unos años eran "impensables" en la situación económica, aunque no especifica cuáles.

En cualquier caso, señala que los ciudadanos "aún no notan la mejoría" y a pesar de que "se habla de grandes cifras, euforia,.." por la mejora de la macroeconomía hay que trasladar esta situación a las familias "cuanto antes".

Rueda (Pontevedra, 1968), además, asegura que la reforma electoral autonómica que reducirá de 75 a 61 los diputados autonómicos tras las próximas elecciones se aprobará definitivamente en el Parlamento después del verano.

Además, defiende la reforma estatal para que gobierne la lista más votada porque su partido la llevaba en el programa electoral y "la gente lo sabía" y acusa al PSOE de no querer llegar a acuerdos en este sentido.

El número dos del PP gallego critica que el líder socialista, Xosé Ramón Gómez Besteiro, haya dicho "a todo que no" y no haber podido alcanzar pactos con este partido.

"Va a hacer un año (en el cargo). Ha tenido tantos problemas en su partido que a lo mejor ha tenido poco tiempo para relacionarse con los demás", sostiene Rueda, que ha considerado "muy difícil llegar a acuerdos con Besteiro porque no es fácil saber qué opina de los grandes temas".

"Tiene una calculada postura ambigua, sin definirse en los temas importantes y siempre ponerse de perfil hace muy difícil gobernar su partido y llegar a acuerdos", ha lamentado.

Sobre las otras fuerzas políticas en el Parlamento, el secretario general del PP gallego considera que el BNG, partido con el que hubo acuerdos "muy importantes" en su momento, está en una "deriva que es difícil saber adonde va" incluso, ha dicho, para sus votantes, "que ya no lo reconocen".

De AGE, Rueda sostiene que su actitud en el Parlamento "de descalificación" y de "decir a todo que no por sistema" hace "muy difícil, por no decir imposible, llegar a pactos".

En cuanto a su partido, reconoce que hay "muchos problemas, como pasa con todos los grandes partidos", matiza, y alude a la situación judicial de varios de sus integrantes.

En cualquier caso defiende que el PP respeta las actuaciones judiciales y "nunca" dirá que "los jueces están politizados", como en su opinión, hacen otras fuerzas, si bien ha considerado que la Justicia debe agilizar los asuntos "para que no se eternicen".

Rueda ha avanzado también que con el inicio del curso político el partido tiene la intención de recuperar la figura de portavoz, puesto al que renunció Paula Prado recientemente, si bien no ha querido desvelar ni apuntar más detalles sobre "el nuevo o nueva".

En su entrevista con Efe, Rueda reconoce "áreas de fricción" con el Gobierno central, también del PP, aunque quita hierro al asunto e incide en los puntos de acuerdo, en la coincidencia de "valores y políticas" y en el diálogo "fluido", del que "ejemplos hay de sobra".

"Hay áreas de fricción porque ellos gobiernan España y nosotros Galicia", ha explicado Rueda, que considera que en el día a día de gobernar hay cosas en las que la Xunta considera que en algunas políticas del Ejecutivo central "debe haber rectificación o que no es el camino acertado, al menos para Galicia".

Ha destacado el asunto de los partidos judiciales, en el que Galicia defendió "con más presión, no sé si es la palabra, con más energía, que no era el camino acertado, y hubo rectificación". Y también con los emigrantes retornados, ha añadido.

"No vamos a renunciar a defender los intereses de Galicia. Si no somos capaces de convencer al Gobierno de que debe rectificar, cada uno defiende sus intereses en los tribunales, con independencia de que haya coincidencia de valores y de políticas", ha indicado sobre la existencia de conflictos en el TC.

El vicepresidente gallego resta importancia a las numerosas reuniones de miembros de la Xunta con el nuevo alcalde de Santiago, su excompañero hasta hace un mes en el gabinete autonómico, Agustín Hernández, y las ve lógicas y no un agravio hacia otras ciudades.

Ha destacado que hay "colaboración con todos los alcaldes" y sobre el vigués, Abel Caballero, ha lamentado que pida colaboración institucional y que esté "agrediendo todos los días, a veces con palabras muy gruesas", a la Xunta y a su presidente.

Sus declaraciones "de hostilidad pública" un día y otro hacia la Xunta y hacia el presidente, "la máxima autoridad de Galicia", hacen muy poco a favor de la colaboración institucional; "lo que no quiere decir que lo que haya que hacer en favor de Vigo se vaya a hacer igual", ha concluido.