"O monte ten que arder" es una de las frases que tanto se repite en el rural gallego y que Emilio Fonseca pretende combatir con su documental "Queimar o monte" en el que reflexiona sobre la lacra de los incendios forestales en Galicia. El fuego registrado en el parque natural de las Fragas do Eume en abril de 2012 fue el detonante para que la primavera pasada este ourensano se decidiese a analizar las causas que están detrás del principal problema medioambiental de la comunidad.

En los meses previos a la grabación el responsable de la productora Walkie Talkie Films se documentó con datos oficiales y artículos de expertos. Tras consultar estas fuentes llegó a la conclusión de que la mayoría de los incendios son provocados por personas muy cercanas a la zona en la que se producen y casi siempre por motivos relacionados con los usos tradicionales del monte como quemar la maleza. Este trabajo le permitió comprobar que son "los intereses económicos muy pequeños" e individuales y no las conspiraciones y las especulaciones urbanísticas o madereras. Y recorrer algunas de las zonas devastadas por las llamas y hablar con sus protagonistas le hizo reafirmar esa conclusión.

Los agentes forestales entrevistados coinciden en que el fuego lo quema todo y "se sabe donde se prende pero no donde va a llegar". Por eso -añaden- en ocasiones los resultados sobrepasan a la intención inicial con consecuencias terribles incluso con la pérdida de vidas: 10 fallecidos en los últimos ocho años. Otros participantes consideran que el hecho de que en 20 años se hayan contabilizado más de 150.000 incendios es "un síntoma" de que en los distintos gobiernos "las cosas no se han hecho ni se hacen bien", lo que muestra además "un fracaso absoluto de la sociedad por permitir que el fuego sea el que gestione el monte".

Al creador de "Queimar o monte" también le llamó la atención que a la gente le cueste hablar de lo ocurrido y "de quien está detrás". Los expertos que aparecen en el documental destacan que el silencio funciona al 100% en el rural gallego y nadie delata a los culpables.

Para Fonseca las investigaciones policiales y judiciales son "mejorables". "No vale de nada aumentar las condenas a los incendiarios si apenas se logran encontrar responsables", insiste. Su propuesta pasa por crear bases de datos que cubran "la ausencia de información pública" y que al mismo tiempo la Administración comparta con la sociedad lo que ya se conoce.

También considera imprescindible la existencia de un pacto social tomando conciencia de la gravedad del problema. Actuar a favor de la protección del medio ambiente debe ser para Fonseca el trasfondo para resolver los conflictos del monte gallego que van desde "los usos agrícolas y ganaderos, las zonas de caza o la gestión de los terrenos comunales" y de los que el fuego es "su cara más terrorífica". El documental advierte además de que con cada incendio se queman "los bosques de todos", se pierde biodiversidad y todo el ecosistema se ve afectado. Algunos expertos cifran en 300 millones de euros en pérdidas la oleada de incendios que asoló Galicia en 2006.

A los que viven del monte les preocupa que todo "se muera". La incorporación de los jóvenes es una de las asignaturas pendientes. Los entrevistados en la cinta apuestan por reformular la manera de entender el territorio mediante proyectos de jardinería, silvicultura o agricultura ecológica que sean "una opción de futuro para la juventud".

Su trabajo ya se emitió en 2012 en televisión, y el año pasado pasó por el festival de cine de Ourense OUFF y también se emitió en el museo municipal de Lugo.