El mismo día que las oficinas de Abanca estrenaban su nuevo nombre, la CECA hacía públicas las cuentas de la entidad en el primer trimestre del año con unos beneficios de 15,4 millones de euros, un 30% más bajo que en el mismo periodo en 2013. La explicación sería que desde entonces vendió 66 oficinas de fuera de la comunidad. En todo caso, un día antes el propio Juan Carlos Escotet avanzaba que los beneficios en mayo ya superaban los 44 millones y que a finales de año la previsión es alcanzar los 150 millones. En 2017, el objetivo son 478 millones antes de impuestos.

El FROB, el antiguo dueño de NCG Banco hacía públicas ayer sus cuentas de 2013 y revelaba que perdió 2.787 millones de euros, principalmente por el deterioro de su participación en Novagalicia y Catalunya Banc, ya que en otras entidades nacionalizadas como Bankia y BMN se anotó una revalorización (719 millones).

El FROB se anotó unas pérdidas de 1.651 millones con la venta de Novagalicia al grupo venezolano Banesco, 552 millones por el deterioro de Catalunya Banc, entidad que aún no ha conseguido vender y 245 millones por el Banco Gallego.