Los argumentos del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, de que la reforma de la financiación autonómica se abordará cuando vuelva el "buen clima" a la política convencen también a la Xunta. Fuentes de la Consellería de Facenda aseguraron ayer que resulta conveniente mantener el actual modelo, que debía ser sustituido por uno nuevo en 2015, "para evitar enfrentamientos y agravios" entre las regiones. Pero hay otra razón de peso. El nuevo sistema no aportará fondos adicionales y, cualquier cambio para mejorar la situación de una comunidades significa ineludiblemente que otras empeoren, lo que daría pie a intensificar la crispación.

"Ya que no va a haber incremento de fondos, casi mejor seguir como está", aseguran fuentes del departamento de Elena Muñoz. Galicia ha formado un grupo con otras autonomías, como Asturias, Aragón, Castilla y León o Cantabria, para reclamar que en el nuevo modelo se tenga en cuenta a la hora de repartir el dinero al dispersión y el envejecimiento poblacional. Pero sin más fondos, es muy difícil cambiar las reglas de juego sin que las comunidades perjudicadas levanten las voz de protesta.

Por eso, el ministerio de Hacienda se ha dado un margen de tiempo para abordar la revisión, si bien Montoro asegura que la reforma no se ha parado. "Puse como condición para la financiación que no provoque más conflicto político ni se entre en agravios comparativos. Si hay buen entendimiento y buen clima, se podrá abordar", comentó ayer.