Una freidora del restaurante Casa de Galicia, situado en la calle Salvador Cuyás de la capital grancanaria, provocó ayer un incendio que calcinó la primera planta del edificio de la institución gallega. Los bomberos trabajaron más de cinco horas en la zona para extinguir el fuego y evitar que se propagara por el resto del inmueble, aunque continuaron en el lugar hasta la madrugada para ventilar la intensa humareda. En el incidente no hubo daños personales.

El suceso comenzó sobre las 17.27 horas cuando el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112 recibió la alerta. Una unidad del parque de bomberos de La Isleta acudió al lugar para tratar de controlar las llamas que habían comenzado en una freidora. Los agentes lograron apagar este fuego, pero el calor de la campana hizo que se extendiera hacia la primera planta del edificio. Esto provocó que las llamas cogieran fuerza por la cantidad de objetos apilados, por lo que acudieron refuerzos por parte de los componentes de los parque de Miller Bajo y Vegueta. En total, 19 miembros del cuerpo de extinción participaron en el servicio: un suboficial, un sargento, cuatro cabos y 13 agentes, según fuentes municipales.

Los integrantes del cuerpo tuvieron que introducirse en el inmueble para determinar dónde había comenzado este segundo incendio, que se originó ya en las dependencias de la institución de la Casa de Galicia. "Ahí tenemos muchas sillas y mobiliario que utilizamos para el salón de actos", apuntó Braulio Míguez, uno de sus socios. Todo ese mobiliario hizo de combustible para que la llamas alcanzaran aún más virulencia. "Hacía tiempo que no recordaba un fuego con tanta fuerza y calor como éste", indicó uno de los bomberos que trabajó en el servicio.

A turnos, los agentes entraron en el edificio para apagar el incendio. Incluso uno de ellos tuvo que ser atendido por los sanitarios del Servicio de Urgencias Canario (SUC), quienes acudieron en una ambulancia de soporte vital básico por precaución, por una fatiga.

Pasadas las nueve de la noche, el incendio ya había sido declarado como controlado, aunque aún no estaba extinguido. Una hora después, sobre las 22.00 horas, los bomberos habían utilizado unos 30.000 litros de agua durante las más de cuatro horas de trabajo que llevaban hasta ese momento. Asimismo, habían consumido unas cuarenta bombonas de oxígeno que utilizaron para entrar en el inmueble debido al humo. No fue hasta las once de la noche cuando el fuego se dio por apagado, aunque los bomberos continuaron en el edificio hasta la madrugada para ventilar el intenso humo que se había originado.

La planta, destrozada

A lo largo del servicio, los miembros del cuerpo contra incendios corrieron con el riesgo de que parte del techo se viniera abajo. Fuentes municipales aseguraron que la planta baja, donde está situado el restaurante, apenas resultó afectada, mientras que la primera, que pertenece a la institución de la Casa de Galicia, quedó destrozada por completo, aunque precisaron que, en principio, parece que las llamas no han afectado a la estructura del edifico. Sin embargo, un técnico municipal será el que realice una inspección del inmueble para determinar si los pilares han sufrido algún tipo de daño.

En el lugar también se personaron agentes de la Policía Nacional, que colaboraron con los recursos de extinción, Protección Civil de Las Palmas de Gran Canaria y Policía Local, encargándose estos últimos de cortar el tráfico por la calle Sagasta en algunos momentos para facilitar el trabajo de los bomberos.