Cada uno de los gestos con los que Banesco vistió ayer el bautizo de Abanca, "el nuevo banco de los gallegos con alma de caja", transpiraba un mensaje. El de la ruptura con la herencia de NCG, pero sin perder "las raíces". De ahí el enorme campo en proceso de floración que proyectaba la pantalla a la llegada de los más de 700 invitados a la cita en la capital compostelana. Que todos esos asistentes vinieran en nombre de las principales compañías de la comunidad y sus organizaciones empresariales, el presidente del Consejo de Estado, con alcaldes, diputados, media Xunta y hasta los expresidentes Emilio Pérez Touriño y Fernando González Laxe, pero también en representación de las principales entidades sociales y culturales. Con el sonido de las gaitas de fondo. Su propietario y máximo responsable del holding hispano-venezolano, lo quiso dejar claro desde el comienzo, "el objetivo de merecer servir a los gallegos", con un proyecto que promete inyectar en el tejido productivo más de 12.000 millones de euros y que prevé acabar este 2014 con 150 millones de euros en beneficios antes de impuestos -fueron 18 millones el pasado 2013- y alcanzar los 478 en 2017. "No hemos venido a improvisar, ni a tantear, con la maleta detrás esperando -aseguró-. Es un proyecto a largo plazo".

"Una hermosa aventura", resumió Javier Etcheverría, que aprovechó el momento para poner en valor "el inicio de todo esto" con el desembarco de Banesco en su "pequeña" entidad, como "el socio honesto y responsable" que buscaba el Etcheverría para luego abordar la siguiente "tarea formidable". "No podíamos permitir que aquella difícil fusión que estaba en un momento delicado desapareciera o, quizás peor, que cayera en manos foráneas", asegura. Abanca será ahora "realmente importante". "En esta alianza ganamos todos, pero sobre todo Galicia", defiende el financiero más veterano de España, que se sumó a esa aspiración de ayudar "al naval, la pesca, el textil o la agricultura" porque "es incomprensible que la renta per cápita en Galicia sea menor que la del Estado".

La primera ilustración con el plan de negocio que presentó el consejero delegado es, probablemente, el gran reto que le espera al nuevo líder del sector bancario gallego. "Recuperar la confianza, presente y futuro del banco". Francisco Botas asumió los diez puntos de cuota de mercado perdidos estos últimos años por NCG. "Hemos sufrido una contracción", dijo, pese a destacar su posición entre las 65 principales entidades del continente europeo.

Con su desembarco hace dos meses en la dirección general para preparar el camino, Botas esgrime la "profunda transformación" realizada en las tripas del negocio para el alumbramiento efectivo del banco desde hoy mismo. Pero también en la organización. La unidad de riesgo global y la de gobierno corporativo, de las que cuelgan el resto del organigrama, son el ejemplo de que "queremos que la entidad no deje de existir en los próximos años, décadas". Es decir, con la cuerda bien apretada en las amenazas de posibles malas inversiones y a través de la implantación de una única cultura entre los 5.000 trabajadores. El "sentido común", otra de las ideas más repetidas por la cúpula, se queda como bandera.

Finalmente, la revisión autorizada por Bruselas en el ajuste que se marcó después de la inyección pública de 5.400 millones a cargo del rescate europeo, permite, según Botas, aliviar las restricciones del crédito, eliminar la división interna entre el negocio a conservar y el destinado a desinvertir, que se mire con calma -y "con valor", en palabras del consejero delegado, único consejero ejecutivo que cobrará hasta 500.000 euros- la venta de las 180 participaciones empresariales. E incluso la posibilidad de crecer "en red y equipo". "Ambas cosas -matiza- desde el punto de vista de la eficiencia". Abanca es una entidad "a la que le gusta incrementar ingresos y no los recortes de gasto".

Ese parámetro fundamental en la actividad financiera que mide cuánto se llevan los gastos sobre el total de activos se sitúa al cierre del primer trimestre en el 61,67%. Otro relevante, la solvencia, toca el 11,96%, con una cobertura total del crédito bruto del 10,4%. "Los primeros avances de los test de estrés europeos son absolutamente positivos", avanza. Hasta mayo, el banco ha concedido 1.251 millones de euros en crédito y captó 230 millones en depósitos. El total de ingresos ordinarios asciende a 314 millones y el beneficio suma 44 millones. ¿Y a partir de ahora? La ambiciosa fotografía que pinta Botas marca para el actual ejercicio un beneficio antes de impuestos de 150 millones de euros para triplicarlo en cuatro años, hasta 478 millones en 2017.

Desde ya, las oficinas ofrecerán multicréditos de un máximo de 50.000 euros con 48 horas de espera. Además, la entidad pone en marcha un "equipo multidisciplinar" orientado a "la revitalización de empresas" y pólizas para acompañar a las sociedades en la internacionalización. "Creemos que podemos dinamizar la financiación en Galicia", pronostica Francisco Botas. "Espero -finalizó su discurso- que el crédito fluya rápidamente".

Y llegó el esperado momento. Pese a "algunas filtraciones de estos últimos días", como Escotet admitió. "Éste es el resultado de transformar en tiempo récord un banco desde sus más profundas raíces hasta la última forma que tiene de presentarse, que es un nombre -sostiene-. No lanzamos una marca, lanzamos un banco". Abanca se muestra en un azul claro, que el banco completa para el resto de la imagen corporativa. Tipografía de reminiscencias celtas para demostrar el apego al territorio.

Los únicos colores diferentes vinieron del azul intenso, el verde y el rojo de las bolas del logotipo de Banesco que arropaban la caja de la que Abanca salió en el vídeo promocional. Como reivindicativo también de quién está detrás. La elección es fruto de "un trabajo de reflexión profunda, mucha investigación". "De preguntar y escuchar, que la base para hacer una buena banca", justifica su presidente. Sobre el nombre, se sobreponen tres letras A. La famosa triple A que en banca encumbre la excelencia ante los mercados, frente al B+ y el BB+ que Abanca hereda de NCG.