Eludiendo cualquier tipo de responsabilidad y convencido de que todo se había hecho de forma correcta. Con este talante prestó ayer declaración ante el juez en calidad de imputado el alcalde de Ourense, Agustín Fernández, en relación con la investigación judicial abierta por presuntas irregularidades en la adjudicación de las obras de las calle Bedoya, que fueron contratadas sin procedimiento negociado ni publicidad.

El regidor mostró su "rotunda confianza" en que la junta de gobierno de 2008 -de la que formaba parte, pero como edil de Hacienda- actuó correctamente" , así como "dentro de la más estricta legalidad".

Además, Agustín Fernández trasladó toda la responsabilidad del proyecto de la calle Bedoya al edil responsable del área de Infraestructuras, el nacionalista, García Mata, por entender que "normalmente se da por hecho que los expedientes que llegan a la reunión vienen bien informados". Así, Fernández declaró que en las dos juntas de gobierno "no se debatió nada, ni hubo preguntas ni comentarios" relacionados con las obras de la calle Bedoya.

El alcalde explicó al juez que no tenía conocimiento de la supuesta existencia de informes negativos, tal y como había revelado el jefe de servicio de la Asesoría Jurídica y el interventor municipal.