"Está aumentando la complejidad de la demanda, ya que la gente tiene y va a tener en sus casas paneles solares, coches eléctricos, nuevos electrodomésticos o distintas tarifas con contadores inteligentes, por ejemplo". Ignacio Pérez-Arriaga es ingeniero industrial del ICAI (Universidad Pontificia de Comillas) y doctor en Energía Eléctrica por el MIT de Estados Unidos, instituto tecnológico en el que imparte docencia. "Vienen consumidores más complejos con los servicios energéticos del futuro", apuntó. Además de hablar de "acceso universal a la electricidad", se refirió al "gap o brecha" energética, una situación "poco racional porque apagar la luz, comprar una nevera o una lámpara de bajo consumo supone ahorro, tras la inversión inicial". "Hay varias causas para no hacerlo: desde molestarse, hasta la falta de información, o que a la propia compañía eléctrica no le interese promocionar servicios de menor coste", expresó Perez-Arriaga. También puede darse un "efecto rebote: usar mucho un aparato de bajo consumo". Además de los contadores inteligentes, Pérez habla de la 'energy box", un aparato que controlará el consumo en casa (apagar las luces, la calefacción): "Quizás así sea más cómodo para el consumidor". En Estados Unidos "utilizan más energía per cápita que nosotros pero hay más tradición de investigación en este campo". Elaboró para el Gobierno español el libro blanco del sector eléctrico. "Aconsejaba corregir el déficit tarifario pero no llegó a aplicarse", afirmó.