Galicia se prepara para celebrar mañana una de sus tradiciones más antiguas que consiste en ahuyentar a las "meigas" con el "cacho", el agua de siete fuentes con las siete hierbas de San Juan.

Esta tradición tiene su origen antes del cristianismo, en las celebraciones paganas del solsticio de verano, y se conserva hasta hoy casi intacta.

El obispo de la localidad portuguesa de Braga en siglo VI, Martiño Dumiense, intentó combatirla en su día, pero los habitantes de la zona la han respetado, aunque adaptada al calendario cristiano, e incluso han inventado varias frases hechas como "En San Juan, las brujas huirán" o "El agua de San Juan, tulle el vino y no da pan".

El tradición manda que durante el día 23 de junio, víspera a San Juan, los gallegos recojan siete hierbas diferentes con tres cualidades básicas: deben tener un olor especial, múltiples aplicaciones en remedios medicinales y ser las mejores para repudiar a los seres maléficos.

Aunque las listas pueden ser muchas, las siete más tradicionales son el hinojo -llamado "fiúncho", la hierba de San Juan, la hierba luisa, el helecho macho -o "fento macho"-, el romero -"romeu", la malva y el codeso.

Junto a estas hierbas se recoge el agua de siete fuentes naturales distintas y todo se mezcla en un recipiente para hacer el "cacho", que sirve para quitar el demonio del cuerpo, alejar las brujas y curar la envidia.

El recipiente se deja toda la noche para que San Juan lo bendiga al entrar su día y algunas familias incluso colocan cardos o plantas con espinas para evitar que el demonio defeque en él durante la noche.

Ya por la mañana, cada uno saca un poco de agua verde, con muy buen olor, y se lava, como mínimo, la cara, para ahuyentar las "meigas" y conseguir un año entero de salud.

La tradición obliga a que las partes del cuerpo lavadas se sequen al aire y después dejar las hierbas durante días al sol, para después aprovecharlas para otros usos medicinales, como la realización de infusiones.