Ahora sí, Banesco tiene vía libre para asumir las riendas de Novagalicia. La Comisión Europea acaba de autorizar la revisión del plan de ajuste solicitado por las autoridades españolas en nombre del nuevo dueño de la entidad gallega. "Las modificaciones propuestas no ponen en peligro el restablecimiento de la viabilidad a largo plazo de NCG ni aumentan el riesgo de distorsión de la competencia en el mercado único", sostiene Bruselas. Lo que permitirá que la venta fructifique oficialmente y que, con la celebración el próximo lunes de la junta de accionistas en la que el FROB dejará de ser el administrador provisional, empiece la nueva etapa del hasta ahora banco nacionalizado.

La Comisión no concreta los cambios pedidos en el term sheet que firmó con el Gobierno y la propia entidad hace año y medio como requisito previo a la entrada de la última inyección de capital público a cargo del rescate europeo, 5.400 millones de euros. Pero sí destaca el compromiso del Estado español de "acortar el plazo de reestructuración". De hecho, el plazo de subasta de NCG llegaba hasta finales de 2015. El grupo presidido por Juan Carlos Escotet dejó entrever en más de una ocasión que requeriría ante las instancias comunitarias menor restricción en el crédito y mayor margen de maniobra también para completar lo que, en principio, faltaba por recortar en empleo y plantilla. "El plan de reestructuración revisado es, en líneas generales, coherente con los principios del plan de reestructuración original", resume la Comisión Europea en un comunicado hecho público esta mañana.

De hecho, la Comisión Europea sostiene que NCG "seguirá cambiando radicalmente su perfil comercial", con la liquidación de "activos no esenciales" y "actividades de mayor riesgo" para convertirse en "un banco regional del norte de España centrado en las actividades bancarias tradicionales". "Las restricciones aplicables, sobre todo en lo que se refiere a remuneración y la política de dividendos -añade-, continuarán garantizando que el banco y sus propietarios sigan contribuyendo de forma adecuada a los costes de reestructuración". También seguirá adelgazando en tamaño, lo que, unido a que la venta se ha hecho a un grupo sin presencia en el mercado hasta ahora, "limitará aún más el riesgo de distorsión de la competencia provocado por la ayuda estatal".