Los distintos servicios del Sergas identificaron el pasado año 950 lesiones causadas por la violencia machista. Así lo detalló ayer en el Parlamento la gerente del Servizo Galego de Saúde, Nieves Domínguez, durante su intervención en el Comisión de Igualdade de la Cámara autonómica. En total, los centros de salud y hospitales registraron el pasado año 12.278 partes de lesiones, de los que el 7,7% corresponderían a casos de violencia de género, circunstancia que los profesionales del Sergas deben hacer constar cuando sospechen que las marcas o heridas atendidas están causadas por agresiones machistas. Pero no todos los casos llevan aparejada una denuncia, porque eso depende de la voluntad de la víctima.
De los 950 partes de lesiones machistas, 296 corresponden al área de gestión integrada de Vigo, por 232 de A Coruña, 114 de Pontevedra, 126 de Ourense, 110 de Santiago, 52 de Lugo y 20 de Ferrol.
Estas cifras, no obstante, se quedan muy lejos de las denuncias por malos presentadas en los juzgados, que rondaron las 5.000 el pasado año, según las estadísticas del Consejo General del Poder Judicial.
Independientemente que una agresión física o sexual conlleva también un maltrato psicológico, los partes médicos revelan que un 24% de los casos ha sido catalogado como violencia psicológica, un 74% como física y el 2% restante, como sexual.
Por tramos de edad, son las mujeres de entre 20 y 24 años las que presentan una tasa de agresiones más elevada, según informó Nieves Domínguez. De 132 por cada cien mil mujeres, seguida de las de entre 35 y 39 años (129) y entre 30 y 34 años (117).
Tras la exposición de la gerente del Sergas, los grupos de la oposición en el Parlamento gallego exigieron más implicación en la materia y más rigor a la hora de recopilar y analizar los datos. En este sentido, la diputada del BNG Carme Adán alertó de que la prevalencia de la violencia de género en la sociedad es superior a la detectada en las consultas sanitarias que, según los datos que ha aportado, revelan sólo el 25 por ciento de los casos de violencia de género que reclaman asistencia.
Por su parte, la Consellería de Educación cambió de centro el pasado curso a 15 niños afectados por situaciones de violencia de género y que debían modificar su domicilio por problemas relacionados con esta lacra, como órdenes de alejamiento o de protección. Así lo confirmó el director xeral de Educación, Manuel Corredoira, en la misma Comisión de Igualdad del parlamento. En el curso anterior, se cambió a 17 niños.
