El Tribunal de Cuentas sostiene que en 2010 y 2011 la Xunta autorizó modificaciones presupuestarias por importe neto de 884,305 millones y 1.101,294 millones, respectivamente. "Destacan la inexistencia de justificación para la no utilización del crédito en el ejercicio de origen", señala. La Xunta afirma que todos cambios siempre van acompañados de "su correspondiente justificación", y que, sobre la falta de argumentos para no haberlo gastado en su momento, la normativa fija "criterios objetivos" para la incorporación automática de los remanentes de ejercicios anteriores. "Hay que tener en cuenta que las causas que originan que un crédito no pueda ser utilizado en su totalidad en el ejercicio presupuestario de origen pueden ser muy variadas: desde retrasos en la ejecución de las obras por los contratistas, causas de fuerza mayor como las climatológicas...", dice.

Pero Cuentas va más allá y reprocha que se siga echando mano de la ampliación de créditos "para los mismos conceptos que en recursos anteriores sin que se cumpla la condición de imprevisibilidad" y que "continúe" haciendo "un uso excesivo" del programa de imprevistos.