El Ministerio de Educación acaba de abrir la puerta a que las universidades regresen a carreras de tres años de duración, lo que se correspondería con las anteriores diplomaturas extinguidas con el proceso de Bolonia, que unificó todas las titulaciones de grado a cuatro años, desapareciendo también las míticas licenciaturas como tal. El departamento que dirige José Ignacio Wert plantea que las facultades del país que apuesten por esta modificación, que no sería inmediata, concreta Educación, se inscriban de forma voluntaria. Las universidades gallegas rechazan este cambio en la duración de las titulaciones. Consideran "inoportuno abrir el debate en estos momentos" ya que todavía están culminando la adaptación de los grados a Bolonia, proceso que "supuso esfuerzo organizativo para cambiar los planes de estudio" y uniformizar todas las carreras a cuatro años.

Este tema fue planteado recientemente en el Consejo de Universidades y la Conferencia General de Política Universitaria y, por ejemplo, en Cataluña se ha creado un grupo de trabajo para estudiar el regreso a los tres años (y dos de máster), un modelo que existe en diversos países europeos. "No hay ninguna propuesta formal sobre la mesa, de modo que no consideramos oportuno volver al debate de la duración, al menos en estos momentos. Pediríamos más tiempo para este tema", expresaron ayer fuentes de la Universidad de Vigo.

Las tres instituciones académicas gallegas consideran, además, que el hecho de plantearlo de manera individual, por facultades o universidades, puede dar lugar a "un desajuste" entre las distintas comunidades, rompiéndose la actual unidad de criterio en planificación de estudios. "Todavía estamos terminando la implantación completa de los grados. Ahora hay que dar un tiempo para evaluar las ventajas e inconvenientes de este nuevo modelo y, si cabe, mejorarlo", comentó el rector de la Universidad de A Coruña, Xosé Luis Armesto. Considera que introducir un cambio de este tipo en el Sistema Universitario Español y que cada universidad pueda planificar la duración de los estudios significa "desregularizar el sistema universitario cuando lo aconsejable sería un pacto de Estado para favorecer la estabilidad del sistema educativo", indicó.

Para el rector de Santiago, Juan Viaño, "pensar en volver atrás, después de todo el proceso de Bolonia, es muy complicado". Algunos países de Europa, en su momento, optaron por la fórmula de 3 años de carrera y dos de máster; otros aprobaron grados de cuatro y másteres de dos. España, entre otros, eligió cuatro años de carrera y uno de máster, mayoritariamente. Las universidades aguardan ahora el proceso de verificación de los estudios por parte de Europa. "Que sea voluntario no tiene sentido; hay que hacerlo unidos", añadió Viaño.