El exconcejal de Deportes del Ayuntamiento de Santiago Adrián Varela ha negado este viernes haber solicitado el despido de la mujer de un delegado sindical del Consistorio pese a que, después de que trascendieran estas revelaciones del sumario de la Operación Pokémon, el entonces edil lo había atribuido a una "reacción en caliente".

A su salida del juzgado, adonde acudió a prestar declaración a raíz de la querella de la CIG contra él por este motivo, Varela ha aseverado que él no dio esa orden y que así se lo trasladó a la jueza. "¡Cómo los voy a reconocer si no han ocurrido!", ha sentenciado, al ser preguntado directamente si había confesado estos hechos.

A renglón seguido, ha recomendado a los numerosos periodistas que allí se congregaban que repasasen el sumario para, así, comprobar que la conversación telefónica intervenida en la que figura esa petición no es suya, sino de terceras personas.

"¿Habéis leído el sumario?", ha preguntado a los informadores, haciendo hincapié de este modo en que son dos directivos de Vendex quienes sugieren, en una comunicación intervenida, que Varela había solicitado el despido de una trabajadora de Sermasa que está casada con un sindicalista de la CIG, un agente de Policía Local, que resultaba incómodo.

No obstante, no ha aclarado por qué, el pasado 14 de marzo, reconoció públicamente que "quizás" fuese "reprochable" su actuación. "No estoy contento con esa conversación; yo no soy así", se defendió entonces, incidiendo en que había sido "una reacción en caliente" y en que no había habido "acoso a ningún trabajador".

María Pardo lo reconoció

También María Pardo, en aquel momento portavoz del Gobierno local de Santiago y hoy inhabilitada para cargo público por prevaricación, admitió el pasado mes de febrero que Varela había demandado la salida de la empresa de una empleada de Sermasa, filial del Grupo Vendex.

Con todo, en su comparecencia ante los medios, sostuvo que el propio Adrián Varela le había explicado que fue producto de "un calentón" y que "no tomó ninguna medida" para forzar ese despido. "Éste dice esto y éste dice lo otro, y no se ha probado que haya ejecutado ese calentón", remachó, subrayando así que se trata de una conversación entre dos personas que comentan una petición del exconcejal.

"Presiones"

Si bien Adrián Varela no ha explicado a qué responde su cambio de versión, sí ha sido tajante al negar que él mismo haya sido objeto de presiones para solicitar el despido de la esposa de un delegado sindical. "No, no, eso es totalmente falso", ha sostenido este viernes, tras declarar por espacio de una media hora ante la jueza.

En días pasados, el matrimonio que forman Antonio López e Isabel Gómez aseguraron que retirarían la querella si el anterior responsable de Deportes de la capital gallega desvelaba quién había requerido la destitución.

Y es que el sumario de la Operación Pokémon, que investiga una supuesta trama de pagos de empresas a políticos para obtener concesiones de servicios públicos y renovarlas a lo largo de los años, recoge una comunicación entre el jefe de la empleada de Sermasa y otro directivo de Vendex en la que se dice que la orden "viene de arriba".

En este aspecto ha reparado también el presidente de la junta de personal del Ayuntamiento de Santiago, Xavier Picón, quien, junto con una veintena de sindicalistas, acudió este viernes hasta los juzgados como "muestra de apoyo" a sus compañeros.

"Nos parece que no es una iniciativa del propio Adrián Varela, sino que tenía presiones para que hiciera eso desde el propio Gobierno municipal", ha juzgado, tras recordar que la petición de despido se produjo a causa de la "actividad sindical" que el policía local estaba desarrollando durante la negociación del plan de ajuste en el ayuntamiento.

"Repulsa"

Más allá de eso, Picón ha mostrado su "repulsa" por "una actuación que no se puede permitir" y ha reclamado "una condena" por la violación de los derechos cívicos de este matrimonio.

Preguntado si cree que la dimisión de Adrián Varela, que se produjo el mismo día en que fue citado a declarar a raíz de esta querella, responde a estos hechos, ha dicho que "obviamente" así es. "Es cierto que llovía sobre mojado y que no era la primera imputación que tenía, pero en este caso yo creo que la dimisión era obligada", ha opinado.

"Otra cosa es que alguna gente ni siquiera para dimitir tiene elegancia", ha lamentado, mientras otros miembros de la CIG coreaban 'no es calentón, es persecución" y 'pijos al poder', en referencia al sobrenombre de 'Pijolandia' con el que es conocido el exedil en el sumario de la Pokémon.

"Niega la evidencia"

Por otra parte, fuentes de la acusación han revelado a Europa Press que Varela ha negado ante la titular del juzgado de instrucción número tres de Santiago "la evidencia", es decir, que hubiese pedido el despido de Isabel Gómez y, por tanto, que él mismo hubiese sufrido "presiones" para demandarlo.

Por ello, el matrimonio querellante ha pedido que el responsable de Sermasa en Santiago, Alberto Quintana, imputado también en el marco de la Operación Pokémon, sea llamado a declarar en calidad de testigo para aclarar estos hechos.

Adrián Varela estaba citado a declarar este viernes a las 10,00 horas como querellado por un supuesto delito contra el ejercicio de derechos cívicos de un funcionario público. No obstante, entró en el edificio de los juzgados de Fontiñas poco después de las 8,30 horas para evitar la presencia de los periodistas a su llegada.