A punto de finalizar, la reestructuración financiera española alcanza cifras de vértigo con el respaldo público al sector desde 2009. En cinco años, con la suma de todas las medidas impulsadas, el total de ayudas asciende a 166.922 millones de euros, según el balance que acaba de actualizar el Banco de España. Las inyecciones de capital rozan los 61.500 millones, con las aportaciones del FROB durante las fusiones de las cajas y a través del rescate europeo después. Ahí está el gran roto de los apoyos. De momento, solo se recuperó el 2,86%. Son 1.760 millones de euros que vienen de los 977 millones que había recibido Banca Cívica y que Caixabank devolvió tras su absorción; y 712 millones por la parte que le corresponde en la adjudicación de NCG y que Banesco irá pagando a plazos, además de los 71 millones desembolsados por la veintena de empresarios que entraron en la única ventana de venta de acciones que se llegó a abrir. Por cierto que el regulador asegura que la entrega de la entidad gallega al grupo presidido por Juan Carlos Escotet está en espera "de obtener todas las autorizaciones administrativas precisas".

A la recapitalización se añaden 1.803 millones de euros del Fondo de Garantía de Depósitos con la compra de las acciones que recibieron los afectados de preferentes y deuda subordinada de las nacionalizadas tras el polémico reparto de cargas. El reintegro en este caso es de 225 millones, el equivalente también a la parte que el organismo tenía en NCG. El FROB tiene comprometidos otros 188 millones para los híbridos de Ceiss en su fusión con Unicaja.

Desde el comienzo de la crisis, el Estado funcionó de avalista para las entidades en la emisión en mercados. De los 103.436 millones de euros que acumula esta vía, hasta el 30 de abril se amortizaron 71.350 millones, con lo que el saldo pendiente es de 32.086 millones. Los Esquemas de Protección de Activos (EPA) concedidos en el marco de las subastas de las entidades en crisis estima una pérdida máxima en todo el plazo de vigencia de 28.667 millones de euros.

La última partida tiene que ver con la Sareb. El FROB aportó al banco malo 2.192 millones de euros.