La operación de situar al todavía conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, al frente de la alcaldía de Santiago no solo es una maniobra para intentar normalizar la situación del Concello en los once meses que quedan hasta las próximas elecciones municipales, sino también para colocar al titular de Medio Ambiente como cabeza de lista en los comicios de 2015. Se daba por hecho que así sería, pero ayer el presidente de la Xunta y del PP, Alberto Núñez Feijóo, lo confirmó al asegurar que la elección de Agustín Hernández es para buscar un "gobierno estable" en lo que queda de mandato, pero también "para la próxima legislatura municipal" en la capital de la comunidad.

Con esta decisión, Feijóo admite además que el relevo en Santiago, que supone quitar de la Xunta al tercer hombre con más peso, es un movimiento electoral, que casa con su aseveración, tras los resultados de las elecciones europeas, de que habría cambios en el partido. "El Gobierno de Galicia está a disposición de Galicia y mucho más a disposición de su capital, que es Santiago", dijo ayer justo antes de entrar en el Parlamento para asistir a la sesión plenaria.

Fuentes del PP sostienen que el partido no podía permanecer impasible ante los últimos acontecimientos, con un alcalde -Ángel Currás- agarrado al bastón de mando tras perder nueve concejales por causas judiciales. Así que había que dar un giro completo a la escena aunque eso suponga el sacrificio de Agustín Hernández por las dificultades de recuperar para las elecciones locales un electorado que dio la espalda al PP en las europeas y rebajó su apoyo en un 20%. "Pero hay que intentarlo", declaran.

Estas mismas fuentes aseguran que no solo está en juego el Concello de Santiago, que dan por perdido en los próximos comicios, sino también la Diputación de A Coruña, y de ahí la necesidad de jugar la baza del conselleiro, último de la candidatura compostelana.

Desde el PP señalan que Feijóo tenía previsto definir en verano los cabezas de lista de las siete ciudades para presentarlos en septiembre. Ahí figuraría Hernández para Santiago y, posiblemente, el conselleiro de Educación, Jesús Vázquez, para Ourense. Pero el calendario se desbarató por la zozobra del PP en Compostela, lo que obligó a adelantar la opción del titular de Medio Ambiente. Y es que en los últimos diez días, siete concejales tuvieron que dimitir por sentencia judicial y otros dos ediles imputados renunciaron, mientras que el alcalde, doblemente imputado, se quiso mantener en el cargo.

Ahora, Feijóo cree que Hernández abrirá una "nueva etapa" con la intención de proseguir en la próxima legislatura. "Ante una situación excepcional convenía una solución excepcional", dijo el presidente de la Xunta, quien destacó también la "generosidad" del conselleiro de Medio Ambiente, a quien se refirió como una "pieza clave" en su gobierno. Dijo de él además que es "santiagués de residencia" desce hace años y que conoce "muy bien las infraestructuras de la ciudad".

El cambio de Currás por Hernández no aplacó las iras de la oposición, que aprovechó para cargar contra el PP y, singularmente, contra Feijóo. El secretario xeral del PSdeG, Xosé Ramón Gómez Besteiro, sostuvo que la crisis institucional de Santiago es la peor de la democracia en un ayuntamiento desde la de Marbella. "Es una situación esperpéntica, el tercer alcalde en tres años, y su presidente lo permitió", dijo. En el Parlamento, su portavoz, José Luis Méndez, aplazó a hoy su valoración, pero reconoció el gesto del conselleiro por asumir una difícil responsabilidad.

Cuando entró en el pleno, Agustín Hernández recibió algunos aplausos desde las bancadas de la oposición, pero se desconoce si eran sinceros o irónicos.

Tanto AGE como el Bloque fueron mucho más críticos y cuestionaron la "legitimidad democrática" del que será nuevo alcalde, puesto que fue el último de la lista y su equipo, al agotarse los candidatos oficiales, serán personas que no se presentaron a las elecciones. Por ello, hablaron de "dedocracia" , "esperpento" o "golpes de mano". "Lo que hacen es aplazar unos meses el castigo que merecen. Los únicos imbécile y oscuros -parafraseando el himno gallego- son los que hacen estas cosas, Feijóo y Hernández por prestarse a esta maniobra", censuró Xosé Manuel Beiras (AGE). "No ejerció sus competencias y dejó pudrir el problema que se tornó esperpéntico e intolerable", terció el portavoz parlametario del BNG, Francisco Jorquera.