Mañana mismo se iniciará la convocatoria ordinaria de Selectividad, que determinará en gran medida el destino académico de 10.416 jóvenes gallegos, bien procedentes de Bachillerato o bien de Formación Profesional. No obstante, una reciente encuesta advertía que solo uno de cada cinco estudiantes tenía claro qué estudios desearía realizar, al margen de que las notas de corte serán también determinantes para abrirles o cerrarles las puertas de ciertas titulaciones. Sobre todo de las más deseadas, como ocurrió el año pasado con Medicina y Odontología, de la Universidade de Santiago, Traducción e Interpretación Inglés-Español en la de Vigo, o Fisioterapia en la de A Coruña.

No obstante, conseguir entrar en la universidad en un determinado grado no garantiza su finalización. De hecho, algunos alumnos tiran la toalla el primer año de clase, según concluye un análisis del Ministerio de Educación recogido en su informe "Datos y cifras del sistema universitario español".

Este estudio refleja que, en lo que respecta al conjunto del Estado, uno de cada cinco estudiantes abandona sus estudios en el primer año. Es lo que se denomina tasa de abandono, que en Galicia ofrece datos más optimistas, ya que enuncian a continuar el grado que iniciaron uno de cada siete universitarios (un 13,6%), es decir, unas 1.500 personas teniendo en cuenta que en el curso 2009-2010 -los datos que evalúa el Ministerio- ingresaron en alguno de los campus gallegos en torno a 11.100 alumnos según la Xunta.

Una parte de los que abandona en primer año no vuelve a intentarlo. Otros simplemente optan por irse fuera del país para proseguir su formación académica superior. El Ministerio de Educación no analiza dichos casos, pero sí recoge que una parte significativa de los que renuncia a seguir intentándolo en una titulación prueba suerte en otro grado, lo que se conoce como tasa de cambio de estudio.

En Galicia, en lo que al curso 2009-2010 se refiere, un 6,2 % de los alumnos que se matricularon ese año decidió cambiar los pupitres de una facultad por los de otra, es decir, unos 690 jóvenes se replantearon su elección del primer año y decidieron reorientar sus pasos.

El Gobierno señala en su informe que las tasas de abandono no registran diferencias significativas cuando lo que se analiza son las ramas del conocimiento, excepto en artes y humanidades, donde ceja en su empeño un 28,8% de los que inicialmente se matricula. Por el contrario, las tasas de abandono y de cambio, subraya el documento, sí estarían relacionadas con la nota de acceso a la universidad. En ese sentido, apuntan que "a menor nota de admisión, mayor tasa de abandono". Con datos del conjunto del Estado, alegan que "prácticamente el 20% de los estudiantes" que se matricula en un grado con una nota de admisión inferior a 5,5 abandona el estudio en primer año, en la mitad de los casos para intentarlo en otra titulación. Por el contrario, en aquellos casos que tienen una nota entre 8 y 9 la tasa de abandono de estudio se reduce al diez por ciento.

En el caso del sistema universitario gallego, la elevada demanda de las carreras más deseadas provoca que sus contadas plazas se cubran ya en la convocatoria de Selectividad de junio y que las notas de corte -la nota con la que accede el último alumno admitido en una titulación- sean también muy altas. Precisamente para subir nota las pruebas de acceso -la convocatoria que ahora se inicia en Galicia y en otras doce comunidades autónomas- ofrece, además de la fase obligatoria, una parte opcional.

El año pasado, en una tendencia similar a la registrada en años anteriores, Medicina y Odontología, ambas impartidas en la Universidade de Santiago, lideraron los ránkings de las notas de corte más exigentes. De las quince primeras titulaciones que cerraron su admisión para el actual curso con la nota más alta, nueve tenían vinculación con algún aspecto de la salud.

Precisamente estas titulaciones son las que registran una menor tasa de cambio. El informe de Educación concluye que las tasas de cambio son ligeramente inferiores en las titulaciones más "vocacionales" y pone como ejemplo precisamente a las vinculadas a Ciencias de la Salud, además de las ingenierías y de arquitectura. Curiosamente, si los estudiantes de artes y humanidades son los que más plantan sus estudios, los que optan por iniciar algún grado de Ciencias son los más propensos a intentarlo en otra carrera.