El argumentario del PP se centra en utilizar los problemas de los concellos de Lugo y Ourense, con cuentas prorrogadas y problemas judiciales de sus regidores, para minimizar la crisis compostelana. El regidor de la primera, el socialista Xosé López Orozco, replicó ayer al presidente de la Xunta, uno de los que utilizó una estrategia que es "una ofensa".

"Manda truco que el señor presidente de la Xunta de Galicia compare la situación de Lugo y Ourense con la situación de Santiago. Esas sí que son ganas de escapar de los problemas", afirmó Orozco. "Me parece una ofensa, ya no solo a la institución que presido, sino al conjunto de los gallegos y al conjunto de los lucenses y ourensanos. ¿Qué se cree, que somos tontos?", preguntó.

Orozco fue imputado en varios procesos judiciales como el Pokemon e incluso reconoció haber mediado para enchufar a una persona por "emergencia social". En Ourense, el anterior alcalde fue detenido en la misma operación y el actual está inmerso en varios escándalos, así como en una crisis interna.