Las despedidas no tienen siempre por qué ser amargas. Ayer Plaza de España era un hervidero de emociones a las 18.00 horas, cuando la plataforma de afectados por participaciones preferentes y deuda subordinada de Vigo se juntaba bajo la lluvia para iniciar su última manifestación. Dos años y medio en lucha para que Novagalicia Banco les devolviera el dinero que confiaron a su banco de toda la vida creyendo que podrían recuperarlo sin problema alguno cuando quisieran. El final de una época para ellos en el que no faltaron bocinazos, tambores y gritos. Y en la que tampoco faltaron las lágrimas. "Lo conseguimos. Duro, muy duro, pero lo conseguimos", así lo resumía ´o jefe´, como llamaban algunos a José Manuel Estévez.

"Aún queda gente que no recuperó su dinero y vamos a seguir trabajando de otra manera. No en la calle, en la calle no podemos seguir exigiéndole más esfuerzo porque esta gente ya dio todo lo que tenía que dar con creces", comentaba Estévez antes de iniciar la marcha de una plataforma que dice adiós, al contrario de otras como la de Val Miñor y otras, que seguirán con las protestas.

El portavoz de los afectados de la plataforma mostró su confianza en el nuevo presidente de la entidad, Juan Carlos Escotet, para que "cumpla su palabra" y devuelva el dinero a los afectados, como ya ocurrió con 5.000 personas solo en Vigo.

"Creo que hemos dado una imagen de luchadores y con mucha educación y coraje conseguir lo que es nuestro a pesar de las manipulaciones de los gobiernos, políticos y de los que quisieron sacar tajada de nuestro dolor", proclamó Estévez, que añadió que "pasar cinco horas en la calle crea adicción, es como una droga y hay gente que lo va a notar mucho", tanto que ahora buscan un local para reuniones y actividades que incluirán la ayuda de un psicólogo para afrontar la nueva situación.

Tras atravesar Gran Vía y Urzáiz, la comitiva pasó por la calle Príncipe antes de llegar a la sucursal de Novagalicia Banco en García Barbón. "Entendemos que los miembros de los consejos de administración de Caixanova tienen que pagar por lo que hicieron. Más allá de que dicen que no son responsables o que no sabían lo que vendían, hay responsables y tienen que pagar sí o sí", comentó Estévez en referencia a la demanda presentada en la Audiencia por la plataforma de Vigo y la del Morrazo. "Tiene que hacerse justicia. Tienen que sentarse en un banquillo y un juez tiene que decir si deben ir a la cárcel o no", clamó.

"Nos interesa darles en las orejas. Si el pueblo puede hacer eso, en España las multinacionales, antes de volver a estafar, se lo van a pensar dos veces. Esto es lo importante, la prevención, que no vuelva a ocurrir esto", sentenció Estévez en un intervención.

Una vez llegaron a la sucursal, y tras volver a hacer una sonora pitada a sus puertas, un corrillo se formó para que Estévez diese un último discurso. Un discurso que hizo llorar a varios de los presentes porque significaba la despedida de toda una familia que luchó por lo que era suyo dos años y medio.

En nombre de los afectados, agradeció a todos los que les ayudaron en este duro camino y, para acabar, condenó a Gobierno, Xunta de Galicia, Instituto Galego de Consumo y Banco de España por su "falta de responsabilidad" y "pasividad".