El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha optado por ver los toros desde la barrera y mantenerse alejado de la tormenta política desatada en el gobierno de Santiago tras la dimisión de nueve de los trece concejales del grupo popular, siete de ellos tras una sentencia que los condena por prevaricación. El único edil imputado que mantiene su puesto es el propio alcalde Ángel Currás. El líder del PPdeG y jefe del Ejecutivo gallego eludió ayer, sin embargo, avalar al regidor compostelano si bien descargó en él tanto la responsabilidad de solucionar la crisis municipal como la decisión sobre su continuidad en el cargo.

"Estoy seguro de que tomará la decisión que crea oportuna", advirtió Feijóo, tras el Consello de la Xunta. En todo caso, el jefe del Ejecutivo gallego dio a entender que el partido no contará con Currás como cabeza de cartel del PP en las próximas elecciones municipales, tal y como habían adelantado fuentes populares a este periódico. "Del mismo modo, el partido tiene que tomar las determinaciones que considere oportunas en el presente y en el futuro", advirtió el presidente de al Xunta.

Aunque Feijóo admitió que "no le agrada lo ocurrido", dejó claro que la prioridad es garantizar la gobernabilidad de Santiago. Con un grupo municipal donde solo conservan su asiento tres concejales y el alcalde, el presidente del PPdeG advirtió que ahora "urge abrir una nueva etapa". Hay que recomponer la corporación local y la dimisión del alcalde sería como darle la estocada final.

"Debe haber un gobierno estable, con un presupuesto aprobado, que se ejecute ese presupuesto y que haya una mayoría que apoye al gobierno", explicó Feijóo quién al mismo tiempo trató de desdramatizar la crisis de Santiago al comparar su situación con la de Lugo y Ourense donde, tal y como denunció, no hay tal estabilidad de gobierno. "Hay fracturas en sus gobiernos y no tienen posibilidad de aprobar unos presupuestos ni de gobernar", añadió.

Y continuó con esta analogía para advertir que Currás podrá continuar como alcalde si lo hacen otros imputados como el regidor de Ourense o el de Lugo que "lo están por delitos que no son cuestiones administrativas", como es el caso del regidor compostelano.

Pero, salvando las comparaciones con Lugo y Ourense, Feijóo evitó salir en defensa de Ángel Currás, que está doblemente imputado: por su implicación en la operación Pokemon y también por el supuesto acoso laboral a un policía local. "Si el alcalde entiende que no cometió ninguna irregularidad, a él le corresponde adoptar esa decisión. Es dueño de sus propias decisiones", aseguró su jefe de filas.

El alcalde de Santiago negó ayer además que hubiese presiones para que dimitiese. El regidor explicó que tiene "puntualmente informado de todo" al presidente de la Xunta.

Fuentes populares reconocieron ayer que Currás había logrado cerrar su nuevo equipo de gobierno, que se dará a conocer hoy, si bien trascendieron ya la mayor parte de sus integrantes. Durante los dos últimos días, tanto Currás como su mano derecha, Reyes Leis, sondearon fichajes externos al concello, así como la propia disponibilidad de algunos de los miembros de la lista. Solo estos últimos pueden formar parte de la junta de gobierno, en virtud de una sentencia del año pasado del Tribunal Constitucional.

El exárbitro de fútbol Javier García de Loza se sitúa como el golpe mediático del regidor para tratar de revitalizar su imagen, al que le encargaría el área de Deportes. El coruñés, afincado en Santiago desde hace tres años y que confirmó la llamada de Currás a Europa Press, cuenta con experiencia en política, pues ocupó un puesto de concejal en el concello herculino entre 1999 y 2003 bajo las siglas, precisamente, del PP.

Junto a él se incorporarían Néstor Valcárcel, exsecretario xeral de Educación, exsecretario xeral de la Escola Galega de Administración Pública y miembro del concello desde el año pasado como jefe de área de personal, como responsable de Facenda, y Jorge Padilla, asesor de Currás y exmiembro de la lista del PP en el pasado mandato. También se incorporará María Baleato, jefa de servicio en la Subdirección Xeral de Réxime Xurídico Local del Ejecutivo gallego, que dirigirá Urbanismo.

Currás logró también la incorporación de dos mujeres a su equipo, según confirmaron ayer fuentes del partido en Santiago. Se trata de la exdecana de la facultad de Económicas de la Universidade de Santiago, Maite Cancelo, que podría continuar su trabajo como profesora y encargarse de servicios sociales. El otro rostro sería el de Irene Garrido, procedente de Novas Xeracións y que dirigiría educación.

A estas seis incorporaciones necesita añadir tres nombres, que probablemente podrían salir de la lista electoral del PP. Fuentes del partido dan casi por hecho que uno de ellos sería el primer suplente, Carlos Varela, asesor de Currás, en Festas.