Las historias de suicidios de personas con muchas deudas a la espalda y la amenaza de la pérdida inminente de su casa que se fueron sucediendo durante 2012 y comienzos del pasado 2013 sacaron a la luz uno de los episodios más trágicos de la grave crisis en el país. Fue entonces cuando las administraciones parecieron asumir la verdadera dimensión de los desahucios, pese a que las estadísticas llevaban ya tiempo alertando de la situación. El Gobierno central optó por impulsar un código de buenas prácticas al que se adhirieron prácticamente todas las entidades financieras que operan en España y una a una, la mayoría anunció públicamente su intención de frenar los desalojos por la fuerza. En paralelo, la Xunta activó su propia batería de medidas, que incluye un programa integral de asesoramiento a las familias asfixiadas, incluido apoyo psicológico, y que además ofrece la posibilidad de servir de mediador ante la banca. A través del Reconduce, la Consellería de Traballo y Benestar tiene en estos momentos entre manos una veintena de solicitudes de ayuda para evitar el desahucio, con cinco casos que se cerraron con la respuesta positiva de las entidades.

Otros 17 expedientes, según explican fuentes del departamento que dirige Beatriz Mato, están actualmente "en curso". "El porcentaje de procesos concluidos hay que valorarlo con cautela -explican-. Básicamente, porque son intervenciones largas, de meses, dado que éste es un programa básicamente de carácter preventivo que tiene que trabajar con la situación de las familias". Además, añaden en Benestar, "muchos casos entraron recientemente y todavía no concluyeron".

Efectivamente, el programa Reconduce se puso en funcionamiento en octubre de 2013 a modo de "refuerzo" del convenio de colaboración firmado con el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y la Federación Galega de Municipios y Provincias (Fegamp) para garantizar una actuación coordinada de los juzgados de la mano de varias consellerías con competencias directas o indirectas en la materia -la propia Benestar, Vicepresidencia y Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas- y los servicios sociales municipales. Por ese enfoque preventivo, los firmantes inciden en la importancia de adoptar "medidas rápidas" para "atender a las familias en situación de especial de vulnerabilidad" ante una ejecución hipotecaria. El paso que precede a que el propietario sea expulsado de la vivienda. "Esto es -resumen en Benestar-, el programa Reconduce se centra en prevenir las situaciones que puedan derivar en un desahucio".

Por eso, el margen de actuación va mucho más allá de la deuda que pueden acumular los afectados. El plan cuenta con orientación sobre los trámites a seguir y acceder a la justicia gratuita, esa actividad de intermediario por parte de la Xunta con las entidades financieras y trabajos de reestructuración del endeudamiento; servicio de atención social "específica; de apoyo psicológico "con la finalidad de afrontar posibles impactos o desequilibrios emocionales" y otros similares; orientación laboral ante los evidentes riesgos de exclusión social; y respaldo en la búsqueda de una vivienda alternativa, para lo que existe la posibilidad de beneficiarse "si reúnen los criterios establecidos" del programa de realojo en inmuebles del Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS). Todos estos servicios se concentran en una oficina abierta en Santiago, integrada por dos especialistas en derecho y economía-financiera, una trabajadora social, una psicóloga y un administrativo de apoyo.

Desde la entrada en funcionamiento, la oficina atendió a 168 familias con "demanda de asesoramiento diverso". "La mayor parte corrían el riesgo de perder su vivienda habitual -explican en Benestar- o presentaban serios problemas de sobreendeudamiento que les impedían afrontar el pago de la hipoteca". Casi una tercera parte de los casos abordados están finiquitados. Cinco con esa respuesta afirmativa por parte del banco "a la propuesta de viabilidad presentada por los profesionales de la oficina" y otros 49 que derivaron en "asesoramiento de tipo legal, la redacción de modelos de solicitudes, un asesoramiento de tipo legal o financiero y la elaboración de cuadros teóricos de amortización de nuevas posiciones deudoras".

No hubo mediación directa con las entidades "por no cumplir los requisitos de acceso". "Ningún caso tuvo que cerrarse -añaden- sin acuerdo entre la entidad financiera y el usuario". En total, los encargados de la oficina del Reconduce negociaron con once bancos, de los que siete suscribieron su colaboración con el programa.

Los destinatarios principales son aquellos supuestos de "vulnerabilidad", con carácter prioritario para familias numerosas, monoparentales con hijos a cargo, aquellas en las que alguno de sus miembros sea