Ante el anuncio esta semana del ministro de Industria de que no habrá cambios en la reforma energética que verá la luz en las próximas semanas y que golpea de lleno la producción eléctrica a partir de renovables -especialmente en Galicia-, la Xunta se ha visto forzada a salir a escena para expresar en público sus reivindicaciones. Lo hizo el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, quien ayer admitió su "preocupación" por la viabilidad de Sogama. Aseguró que, de mantenerse la normativa tal como está recogida en los borradores, supondrá un "impacto muy severo" en las cuentas de la empresa pública que trata la basura de 296 concellos y que está ahora en el centro de la polémica por la subida en un 33,5% del canon que aplica a los municipios desde marzo. Si Industria no introduce cambios en el último momento, el recién implantado plan de viabilidad de Sogama se quedaría en papel mojado al admitir la propia Xunta que la subida del canon ya resulta "insuficiente" para garantizar la operatividad de la sociedad.

Medio Ambiente, cuando se aprobó el incremento de las tarifas, ya tenía previsto una posible nueva revisión a partir de 2015, pero la negativa del ministro de Industria a modificar el real decreto y la orden que desarrolla la reforma energética trastoca sus planes. Incluso cabe la posibilidad de aplicar una segunda subida ya este año, aunque por el momento la Xunta quiere esperar a ver cómo queda finalmente el desarrollo normativo. "Es imprescindible que trabajemos para garantizar que no tengamos que realizar ningún ajuste del canon en el futuro", advirtió el conselleiro.

Pero lo que está escrito en los borradores resulta muy perjudicial para el sector de las renovables y, singularmente, para Sogama, que pertenece a la misma rama. "Esperemos que el Gobierno sea sensible a nuestras peticiones, porque no ser así, la situación de Sogama aún podrá ser peor de lo que está hoy", admitió Agustín Hernández.

Y tanto que lo puede ser, pues además de forzar a revisar el canon antes de lo previsto -con el consiguiente enfado de los concellos, que aún no han digerido la reciente subida del 33,5%- corre el serio riesgo de tener que devolver al Estado parte de los recursos que ingresó por la venta de electricidad desde julio de 2013, porque desde entonces la está suministrando a un precio que deberá ser revisado a la baja. Esto será así de mantenerse las condiciones actuales recogidas en el real decreto y en la orden que regulan las retribuciones de las renovables.

Presión

Para intentar corregir la normativa antes de su aprobación, que se producirá en las próximas semanas, la Xunta ha intensificado su ofensiva para salvar Sogama, alegando que actúa como un servicio público y que al no funcionar como un negocio al uso, merece un tratamiento singular.

Así, tanto la Consellería de Industria como la de Medio Ambiente ha intensificado los contactos "técnicos y políticos" con el ministerio para intentar cambiar el reglamento, y aunque han recibido promesas de receptividad, no han obtenido una respuesta a sus reivindicaciones. Junto a estas negociaciones, se han presentado además alegaciones ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, se ha desarrollado reuniones con el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía y se ha abierto la comisión bilateral Xunta-Estado para buscar una solución, que además, en caso de fracaso, da la oportunidad al Gobierno gallego de recurrir la principal ley de reforma energética ante el Tribunal Constitucional.

Todo para ello para intentar una normativa más acorde a los intereses del sector de las renovables de Galicia, que sin embargo, por lo avanzado por el Ministerio de Industria, no será aceptada.

¿Por qué resulta Sogama tan perjudicada? Porque tendrá que vender la electricidad a precio de mercado y encima con la seria amenaza de devolver parte los ingresos obtenidos por su actividad porque la medida tendrá efecto retroactivo y, cuando se apruebe la normativa, se comenzará a aplicar desde junio de 2013. Porque queda al margen de la retribución especial que permitirá saldar costes cuando estos no sean cubiertos por la retribución de mercado. Y porque se establece un límite de horas de funcionamiento retribuible.

Este último punto penaliza sobremanera a Sogama, ya que solo cobrará la electricidad que produzca unas determinadas horas al día, a pesar de que está en funcionamiento las 24 horas durante 365 días al año, ya que su producción se basa en la incineración de los residuos y no puede dejarlo de hacer porque de lo contrario se iría almacenando la basura en sus instalaciones. "Estamos buscando una retribución por encima del precio de mercado, teniendo en cuenta su condición de servicio público, que haga innecesaria una nueva subida del canon y deje resuelto el problema", asegura Medio Ambiente.