Con más trabajo de puertas adentro en números y estrategia que ruido exterior, el Banco Pastor protagonizó en estos últimos dos años y medio un viaje de ida y vuelta, como protagonista primero de una de las principales operaciones de concentración en el sector financiero, de las pocas sin ayudas públicas, para el retorno ahora de la marca tras la decisión de su dueño, el grupo Popular, de convertirlo otra vez en una entidad a todos los efectos. En el renacimiento de la mítica enseña gallega tiene mucho que ver su evolución desde el momento de la integración, a finales de 2011, cuando la suma de los dos arrojaba una cuota de negocio en la comunidad del 17% en depósitos y el 18% en crédito. Esos dos porcentajes se han disparado hasta el 19,3% y el 21,8%, respectivamente, para consolidarse como primer banco privado de la región.

La táctica de sus responsables apunta directamente al tejido productivo, especialmente pymes y autónomos, lo que le ha servido para alcanzar una cartera de clientes en ambos segmentos de 146.212. Incluyendo comercios, las nuevas captaciones en red comercial hasta el pasado mes de marzo llegan a las 1.671. La unión de Pastor y Popular "no ha hecho sino reforzar nuestra señas de identidad". "Estaremos donde el empresariado y el tejido económico gallego nos necesiten", defiende José Manuel Hevia, director general del Pastor, que destaca el "muy reciente ejemplo" de la creación de una unidad especializada en Negocio Agroalimentario, "plenamente involucrada en el sector" y que logró "importantes acuerdos" ya con cooperativas, actividad pesquera y varias Denominaciones de Origen.

El renovado Pastor nació el pasado 9 de diciembre. El grupo Popular segregó a su favor un activo total de 10.500 millones, con 871.000 clientes. El 75% de los préstamos se concentran en empresas, un 50% en pymes. La entidad destaca su papel dominante en la concesión de fondos ICO. Más de 105 millones al cierre del primer trimestre de 2014, el 36,3% del total formalizado en la comunidad. Una de las claves, según el propio Pastor, es el apoyo en la "amplia red" de sucursales. Todas rotuladas con el emblema del banco creado hace 200 años. Son 236, con 1.805 trabajadores, bajo seis áreas regionales para dinamizar la operatividad.

"Nuestras sucursales tienen amplias atribuciones, por lo que son muy ágiles en la resolución de las propuestas de los clientes. Superadas estas atribuciones, los segundos niveles son rápidos en las decisiones -asegura Hevia-. La moda de contestar rápido a las solicitudes de crédito de nuestros clientes es algo que venimos practicando desde siempre".

Al Pastor le queda por delante el reto de un escenario financiero, el gallego, animado por la privatización de NCG, el impulso del Sabadell al Gallego y las otras tres grandes entidades que ven en la comunidad un bocado apetecible. A pymes prevé dedicar 700 millones en 2014. "Pretendemos seguir ganando cuota de mercado de calidad y consolidarnos aún más como referente de las pymes, autónomos y emprendedores", avisa su director general.