Si ya es complicado vender una aldea, más complicado es lidiar con todos los trámites a los que obligan las administraciones. "Mover un papel en cualquier administración se eterniza y muchas de las operaciones se van al traste por este problema", explica Rafael Canales, director de aldea sabandonadas.com.

Hasta un tercio de las operaciones no fructifican por estos trámites y entonces los posibles compradores "se hartan y se tiene que ir a otras comunidades o a otros países".

"Es habitual en Galicia y en muchas partes de España. En Galicia ocurre porque hay muchos problemas con el catastro. Las casas no están referenciadas, muchas no están escrituradas, las cosas se eternizan y la gente al final termina no comprando y yéndose a otras lugares", admite Canales quien apunta otro problema: la falta de crédito. "Si hubiese financiación y créditos hipotecarios creo que en dos años se venderían todas, pero como no hay crédito seguimos el mismo ritmo de hace cinco años", afirma.