Frente al voto antisistema, una reivindicación del establishment. El líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, abrió ayer la carrera electoral de los comicios europeos desdeñando por "irrelevante" a sus rivales y erigiendo a su formación como "la única fuerza que se toma en serio y a la que toman en serio en Europa", única capaz de mantener una senda de reformas con la que embocar la salida de la crisis, mensaje en que se ha afanado desde hace meses su formación.

El Comité Ejecutivo de los populares se reunió ayer para presentar a sus dos candidatos, Francisco Millán Mon -número 8 y eurodiputado desde 2004- y Carmen Pardo -número 25-. Solo el primero tiene una elección asegurada, pues el PP cuenta con 24 escaños y ninguna encuesta vaticina ganar votos. En 2005, sin embargo, llegó a contar con tres actas en Bruselas y Estrasburgo.

El también presidente de la Xunta arengó a su formación en un cónclave al que solo faltó Rafael Louzán, presidente del PP pontevedrés, de viaje en Argentina. Su mensaje se basóen la estabilidad. "Somos un partido que plantea ideas sobre Europa, no ocurrencias, no ideas para hacer exposiciones, sino para gobernar en un momento en el que es más importante que nunca tener gobiernos sólidos", indicó. Europa, añadió, "no se puede dejar en manos de cualquiera".

Además, señaló como aval de su gestión en la UE el "aterrizaje suave" del fin de los fondos para las regiones Objetivo 1, como Galicia, o el papel en la pesca o el sector agrario, si bien en diciembre de 2012 los grupos de PP y PSOE tumbaron la propuesta para designar Vigo como puerto nodal en favor de Santa Cruz de Tenerife. Las enmiendas de los diputados gallegos no fueron atendidas por sus compañeros.

Además, Feijóo atacó a sus competidores. Primero, al socialista José Blanco. "¿Cómo se quedará un europarlamentario alemán o inglés cuando vea a algún otro eurodiputado que lo máximo que puede decir es que fue miembro de un Gobierno de Zapatero?", espetó después de diferenciar a candidatos con experiencia, como Millán Mon o Arias Cañete, frente a quienes buscan un "retiro dorado". Al BNG le reprochó ir "en la papeleta de Bildu" y a Anova que "no creen en Europa".

Por su parte Millán Mon pidió votar "a los grandes partidos" frente a "pequeños grupos nacionalistas que no tienen capacidad de influencia real en el Parlamento". "No pintan ni pintarán nada", zanjó el eurodiputado.