Con dos premisas muy claras en el actual escenario energético, que sobra potencia y las nuevas reglas para la retribución de las renovables suponen una tijera a fondo en la rentabilidad, la principal beneficiaria del concurso eólico gallego admite abiertamente que se está replanteando sus parques. Un total de 339 megavatios (MW), a los que acompañan más de 1.200 millones de euros de inversiones industriales comprometidas por Gas Natural Fenosa. Todos los proyectos están “reconsiderándose”, según el consejero delegado. “Todos -insiste Rafael Villaseca- no van a poder ser ejecutados”. De hecho, el número dos de la multinacional avanza que el desembolso en actividades de generación en España en general sufre en su revisión del plan estratégico hasta 2015 una “drástica reducción”. La reforma del sector cambia “radicalmente” la rentabilidad de las instalaciones.

Villaseca lanza la misma idea que “otras colegas” de la actividad energética española advirtieron en las últimas semanas. Que la producción de electricidad en estos momentos está “en pérdidas”. De ahí que reclama que el Estado asuma su parte en las medidas para atajar el déficit tarifario -la diferencia entre lo que cuesta la prestación del servicio y lo que se ingresa por el recibo- porque ni consumidores ni empresas “pueden aguantarlo más”.

En un encuentro con los medios de comunicación esta mañana en Barcelona antes de la celebración de la junta general de accionistas, Villaseca aseguró que no hay novedades en el posible encargo al astillero público Navantia del quinto metanero. “Está en discusión técnica”, apunta. Por lo que de momento ni existe una oferta formal para que la compañía pueda decidir si finalmente encarga el proyecto.

Uno de los principales temas abordados en la antesala a la cita anual con sus accionistas fue la inmediata caducidad del mandato del expresidente del Gobierno, Felipe González, como consejero de Gas Natural Fenosa. El próximo día 14. “Como es habitual, seguirá hasta la junta del año que viene”, explicó Salvador Gabarró, el presidente, que restó importancia a las declaraciones de González en las que afirmaba sentirse “aburrido” en el puesto. “Lo añoraré si finalmente no sigue”, dice Gabarró.