Los detenidos por los altercados ocurridos durante la protesta que el sector del cerco gallego celebró el pasado 11 de marzo en Compostela han pasado a disposición judicial minutos antes de las dos de esta tarde, han informado fuentes judiciales.

Veinte personas se han concentrado durante buena parte de la mañana ante los edificios judiciales de Fontiñas, y han manifestado no entender estos seis arrestos ni los motivos por los que a estas personas se les imputan los delitos de desórdenes públicos, atentado a los agentes de la autoridad, lesiones y daños.

Las detenciones se practicaron este miércoles en la capital gallega. Entre ellas no figura la de ningún marinero ni están vinculadas con los incidentes del 22 de marzo en Madrid y sí con los hechos acaecidos en la protesta del cerco del 11 de marzo cuando se modificó el trayecto de la misma "unilateralmente", informan fuentes policiales, finalizando la marcha frente a la sede del Parlamento en lugar de en San Caetano, tal y como se había dispuesto inicialmente.

En la Cámara autonómica ese mismo día, señala una nota de la Policía Nacional, se estaba llevando a cabo el pleno, que continuaba cuando a las 14.50 horas un grupo de manifestantes "intentó romper el cordón policial" arrojando botellas y piedras a los funcionarios policiales y llevando a cabo la quema de varios contenedores.

La "violenta actuación", como se define en el comunicado remitido a los medios, provocó la intervención policial, también ante los diferentes incidentes registrados en zonas aledañas al Parlamento, donde "grupos radicales montaron barricadas y produjeron daños en el mobiliario público".

Como consecuencia de estos hechos, resultaron heridos ocho funcionarios de la Unidad de Intervención Policial y se detuvo a tres personas, que pasaron a disposición del juzgado de guardia esa misma tarde, quedando posteriormente en libertad con cargos.

El sector del cerco organizó tres grandes manifestaciones el pasado mes de marzo en Galicia, la primera en Vigo, donde se produjo algún incidente; después en A Coruña, donde se desarrolló de forma pacífica, y seguidamente en Santiago, con ocho policías heridos y tres marineros detenidos por vandalismo y escándalo público.

Al día siguiente de esta última protesta del 11 de marzo, el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, defendió la actuación policial durante la movilización de los marineros de la flota del cerco ante la "actuación muy violenta" de "algunos elementos" poco después de producirse el cambio de recorrido en esta marcha entre la plaza del Obradoiro y San Caetano.