El alcalde de Santiago, Ángel Currás, compareció ayer de nuevo como imputado en el juzgado que investiga el caso del exsubjefe de la Policía Local José Antonio Carril, que en su día le denunció por acoso y prevaricación al entender que fue apartado de forma irregular del cargo. Pero si en su primera declaración, el regidor dijo desconocer los expedientes disciplinarios abiertos contra el agente, ayer sí admitió que sabía de ellos, aunque en todo caso se desvinculó de su instrucción alegando que esa competencia era de su exconcejal de Tráfico, Albino Vázquez, y de la coordinadora de Seguridad, Mar Hinojosa, -ambos imputados- y que su obligación como primer edil era incoarlos.

Ángel Currás tuvo que admitir que conocía los expedientes porque desde su primera declaración saltaron las grabaciones realizadas en la operación Pokemon en la que se evidencia la existencia de un plan para apartar del cargo al policía local. De hecho, esas conversaciones fueron las que dieron origen a la reapertura del caso.

El alcalde contestó a las preguntas de la juez Ana López-Suevos y de la fiscal, pero se negó a responder a las del abogado del agente. Por su parte, Mar Hinojosa y Albino Vázquez, se negaron a declarar. También compareció Ángel Espadas, imputado por esta causa.

El 19 de mayo están llamados a declarar siete ediles de Santiago imputados por otra causa, por acordar pagar la defensa de otro edil imputado en la Pokemon.

Por otra parte, la juez Pilar de Lara, que dirige precisamente la instrucción de la Pokemon, ha rechazo que el Ayuntamiento de A Coruña se pueda personar en el caso del robo en un despacho del acuario municipal.