"Los proyectos en los que participo en Estados Unidos, tanto públicos como privados, surgen de la necesidad de resolver un problema", expresa Pato, acompañada de músicos y compañeros del Silk Road Project en las jornadas educativo-musicales de Galicia. Tras 15 años de carrera musical, siente la "responsabilidad y el compromiso personal" de trasladar lo aprendido a la sociedad. En el ámbito musical, sigue experimentando con folk, jazz, música clásica y contemporánea.

-¿Qué destrezas despierta la música en los alumnos?

-Son casi innumerables: imaginación, creatividad, flexibilidad, generosidad... No es tanto el hecho de aprender o enseñar música sino todo lo demás, lo que se puede transmitir a través de las artes, algo que ninguna otra disciplina puede lograr.

-¿Emoción es la clave?

-Las artes se dirigen directamente a la pasión y a las emociones, motores de la sociedad. Si de mayor uno transforma momentos negativos en positivos a través de la música, en los niños todavía más.

-Galicia mantendrá la carga lectiva de música con la ley educativa (Lomce), pero la materia peligra en España.

-Urge revalorizar el papel de las artes en la Educación para que situaciones en las que la música desaparece de las aulas, como en este caso, sean impensables. Obviar la música en la Educación es un absurdo.

-¿Galicia está lejos de Estados Unidos en emprendimiento cultural?

-Las necesidades de la sociedad son distintas pero los problemas son similares y creatividad e imaginación no nos falta. Apuesto por colocar a la Cultura en el mismo plano que la Economía y la Política.

-Pianista, gaiteira, profesora... ¿Viaja mucho?

-Y ama de casa también (risas)... En esta profesión el hecho de multiplicarse es el único modo para sobrevivir, creo. Últimamente ocho meses al año estoy en otros países y, el resto, entre Galicia y Nueva York.