El alcalde de Santiago, Angel Currás, se ha desvinculado de la instrucción del expediente al policía local que lo denunció a él y a otros cargos del Ayuntamiento por supuestos delitos de prevaricación y acoso moral, pero ha explicado que su "obligación era incoarlo".

Con todo, según ha ratificado de nuevo el abogado del agente policial a la salida de los juzgados este viernes, en su primera declaración ante la jueza, Currás había negado tener conocimiento de los hechos.

No obstante, después de que la instructora, la jueza Ana López-Suevos, recibiese varias conversaciones remitidas desde los juzgados de Lugo realizadas en el marco de la 'Operación Pokémon', Currás ha aclarado, en la declaración de este viernes, que es competencia suya incoar el expediente, el cual --como dijo él mismo a los medios posteriormente-- venía "fundamentado".

Además de Currás, han sido llamados a declarar este viernes el que fue jefe de gabinete de Gerardo Conde Roa, Angel Espadas, quien, en su declaración ante la jueza, se desvinculó también del expediente a José Antonio Carril, abierto cuando él ya no estaba en el Ayuntamiento, según han indicado fuentes consultadas por Europa Press.

Sobre si conocía la instrucción del expediente al policía, indicó que él sabía lo que se comentaba por "ahí", pero no quiso responder a las preguntas relacionadas con las grabaciones remitidas por la instructora de la Pokémon, Pilar de Lara.

Otros llamdos a declarar

Este viernes también han sido llamados a declarar el que era concejal de Tráfico y Seguridad, Albino Vázquez, y la fue coordinadora de fuerzas de Seguridad, Mar Hinojosa, pero ambos se acogieron a su derecho a no declarar.

Por otro lado, el abogado de la defensa, Xosé María Rodríguez, ha avanzado que pedirá la práctica de nuevas diligencias y, singularmente, nuevas declaraciones. Previsiblemente llamará a la instructora del expediente al policía local.

Fuera de los juzgados, una decena de manifestantes de la organización 'Candidatura do Povo' esperaron la salida del alcalde, a quien pidieron su "dimisión" por "corrupto". También pedían, bajo una pancarta que desplegaron, la "disolución" del Ayuntamiento de Santiago.