Una veintena de policías se ha concentrado este miércoles ante la Comisaría de Santiago de Compostela para mostrar su apoyo a los agentes que resultaron heridos el pasado 22 de marzo y para exigir dimisiones de mandos. Asimismo, han exigido una actuación "rigurosa y transparente por parte de quienes dirigen la Policía, que deje clara la intención de evitar que lo sucedido quede sin consecuencias o no se pueda evitar en el futuro".

Además, a preguntas de los medios y tras denunciar que la intervención policial se llevó a cabo tarde, como revelan las conversaciones internas en las que se pedían calma y que han trascendido, el secretario general del SUP, José Freire, ha considerado que con los 1.600 agentes desplegados se podía haber evitado el conflicto en las calles si la actuación policial se llevase a cabo antes. "Posiblemente no habría dado lugar a la intervención de violencia ni por una parte, ni por la otra", ha juzgado.

Con todo, ha incidido en que "todo el peso de la ley" recae sobre cualquier agente que se "equivoque" en su labor, lo cual, ha advertido, no ocurre igual con los "violentos". "A nosotros no nos perdona el estado de derecho, no pasa lo mismo con los violentos, para los que, un hecho que se puede tipificar como un homicidio imprudente", ha dicho, acaba por ser un delito de lesiones.