Galicia es la comunidad con mayor porcentaje de terrenos de uso forestal, el 68% de su superficie. Solo un 27% está dedicado a labores agrícolas. Las zonas muy arboladas o con monte ralo superan 1,42 millones de hectáreas, casi la mitad de todo el territorio de la comunidad. Pese a los incendios, los datos del Cuarto Inventario Forestal de Galicia (IFN4), elaborado en 2012 con datos de 2009, constatan que, aunque se redujeron en un 0,4% los terrenos destinados a uso forestal, en 12 años, desde que se realizó el interior catálogo, se ganaron más de 88.000 hectáreas de bosque, un 6,8 por ciento más que las contabilizadas en 1997.

La superficie de monte desarbolado -tierras cubiertas con matorral a las que en Galicia, según la Asociación Forestal de Galicia (AFG), no se les saca rendimiento- descendió en 60.000 hectáreas, un 9%, durante ese período. De esas 60.000 hectáreas, alrededor de 51.000 se transformaron en bosque gracias a la repoblación, lo que se traduciría en reconvertir cada año en bosque cultivado unas 4.250 hectáreas de monte improductivo.

Para Franscisco Dans, director de la AFG, el hecho de que se hayan repoblado más de 51.000 hectáreas implica que "los propietarios invierten mucho dinero en el monte". No obstante, el monte sigue sin ser tan rentable, opina, como debería. En ese sentido, se remite a la prueba más tangible, el volumen de madera que existe en los montes gallegos (los metros cúbicos de madera contabilizados por los inventarios), para indicar que entre uno y otro, se incrementó en un 45 por ciento, al pasar de los 113 millones de metros cúbicos a los más de 192. Dans explica que, aun remitiéndose a una posibilidad de corta anual "prudente", en torno a los 11 millones de metros cúbicos, se está cortando un 40% "por debajo de la posibilidad real", una media de 6,5 millones de metros cúbicos por año, por lo que se está "llenando la despensa forestal" "a pesar de la influencia de los incendios forestales". Eso se debe, señala, a las "fortísimas" inversiones de los propietarios en repoblación y a la crisis económica que hace disminuir el consumo de madera, que obligaría, entiende, a buscar nuevos usos para la madera. A su juicio, eso pasaría por in incremento del papel -como reemplazo del plástico en bolsas y cajas, por ejemplo- y del uso de la madera en el sector de la construcción y para biomasa.

Eucalipto

El rey de los montes gallegos es, sin duda, el eucalipto, a juzgar por la superficie que ocupa en Galicia y la cantidad de madera de la que da constancia el inventario forestal. En los doce años que transcurrieron entre cada catálogo, el área ocupada por montes exclusivamente de eucalipto se elevó en un 84% y ya es el protagonista en más de 320.000 hectáreas. Las existencias de madera de esta especie crecieron un 74%, alcanzando en 2009 más de 60 millones de metros cúbicos.

Por el contrario, corren malos tiempos para el pino del país, el Pinus pinaster, cuyos montes disminuyeron un 11%. Dans lo atribuye a la "gravísima" incidencia sobre estas masas de los incendios forestales que se producen en la parte más mediterránea de Galicia, especialmente en Ourense, y también porque en A Coruña y Lugo los propietarios de estos terrenos optaron por reemplazarlos por Pinus radiata -pino insigne- y eucalipto. El primero, que tendría los mismos usos -madera para tableros, serrería...- que el del país, crece, sin embargo, más rápido, y ya ocupa el doble de superficie de la que se contabilizaba en 1997.