A partir de 2019 solo se permitirán aprovechamientos forestales -incluidas las cortas de madera para uso comercial- en aquellos montes que cuenten con planes de ordenación y gestión. La intención de la Xunta es que los propietarios se vayan adaptando a este requerimiento antes de que se cumpla la fecha límite y por eso prepara un decreto para promover la elaboración de estos planes de gestión y ordenación forestal.

Los propietarios de montes que se doten de estos instrumentos obtendrán ventajas fiscales. Así, no pagarán el IBI por estos terrenos y en la declaración de la renta tampoco computarán los ingresos obtenidos por el aprovechamiento de estas fincas. Pero además solo aquellos que cuenten con planes de ordenación del monte podrán disfrutar de subvenciones públicas a partir de 2015.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, explicó que solo el 10 por ciento de la superficie de monte de Galicia está ordenado y únicamente el 8 por ciento tiene un certificado de gestión forestal sostenible.

Según el nuevo decreto, que fue aprobado ayer por el Consello de la Xunta, deberán dotarse de planes de ordenación los montes públicos y todos aquellos terrenos que superen las 25 hectáreas de superficie de perímetro.

Los que tengan una superficie inferior podrán simplemente presentar un documento de gestión y, en caso de que no lleguen a las 15 hectáreas, bastará un documento de adhesión de buenas prácticas.

La ventaja es que los propietarios que tengan su monte ordenado podrán presentar un certificado de calidad cuando vendan la madera, lo que aumentará la competitividad del sector forestal gallego al proveerse de un sello diferencial en el mercado comunitario.

Además los titulares de los montes no necesitarán de ninguna autorización de la Xunta para realizar las actuaciones planificadas en sus fincas. Únicamente deberán notificarlas, lo que reducirá los trámites administrativos.

"Mejora la calidad de la madera que sale de los montes gallegos y los propietarios pagan menos impuestos", resumió Feijóo.